Oriente Medio
Israel mata a los terroristas de Hamás que asesinaron a una madre y dos hijas en Cisjordania
La mujeres fueron tiroteadas cuando circulaban por una carretera cercana a un asentamiento judío a comienzos de abril pasado
Las fuerzas de seguridad israelíes acabaron este jueves en Naplusa con la vida de al menos tres palestinos que participaron en el asesinato a tiros –dos de ellos por haber ejecutado el atentado y un tercero por haberles ayudado a huir- de tres miembros de una familia de colonos judíos, una madre y dos de sus hijas, el pasado 7 de abril en el norte de Cisjordania, según confirmaron ayer fuentes de seguridad gubernamental israelí.
Centenares de residentes en la ciudad de Naplusa se echaron a la calle ayer en el funeral de los tres palestinos fallecidos –a quienes se identificó como Hassan Qatnani, Moaz al-Masri e Ibrahim Jabr- como resultado de la operación de las fuerzas israelíes, durante la cual cuatro personas resultaron heridas y 150 inhalaron gases lacrimógenos, según datos de las autoridades palestinas. Testigos presenciales citados por la agencia Reuters relataron cómo las fuerzas israelíes rodearon una vivienda en la ciudad vieja de Naplusa antes de irrumpir en ella y que estallase fuego cruzado y explosiones.
Además, de acuerdo a fuentes gubernamentales palestinas, las fuerzas israelíes acabaron ayer con la vida de una joven palestina de 26 años, identificada como Iman Odeh, por haber apuñalado a un soldado israelí en la localidad cisjordana de Huwara, situada al sur de Naplusa.
Hamás, la organización palestina que controla la Franja de Gaza –y es considerada terrorista por Estados Unidos y la UE-, confirmó que los tres fallecidos son miembros de su brazo armado. El portavoz de la entidad islamista, Hazem Qassem, aseguró ayer en declaraciones a Al Jazeera que “la ocupación les crea la ilusión total de que por cometer un crimen como el de Naplusa ello detendrá la resistencia en Cisjordania”. Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, respondió con contundencia a la organización palestina: “Da igual donde traten de esconderse, les encontraremos”.
Lucy, de 48 años, y sus dos hijas, Rina y Maia Dee de 15 y 20 años respectivamente, viajaban en un vehículo por una carretera próxima a la colonia judía de Hamra, en el valle del Jordán, al norte de Cisjordania, cuando fueron sorprendidas por un tiroteo. Las jóvenes murieron en el acto y su progenitora fallecería en un hospital de Jerusalén dos días después como consecuencia de las heridas sufridas. Según la emisora israelí Kan, en una información recogida por la BBC, en el lugar del crimen se encontraron hasta 22 casquillos de bala, aparentemente de un rifle Kaláshnikov.
De origen británico –la familia había llegado a Israel nueve años desde el Reino Unido, donde el padre de familia, Leo Dee, se desempeñaba como rabino-, vivían en otro asentamiento judío, Efrat, situado al sur de Jerusalén y próximo a Belén. Hamás se atribuyó la responsabilidad del crimen tras celebrarlo como “una respuesta natural a los crímenes de la ocupación en Al Aqsa y la agresión bárbara agresión contra el Líbano y la inquebrantable Gaza”.
La operación de las fuerzas israelíes en Cisjordania de este jueves se produce en medio de un clima de tensión elevado después de dos días de fuego cruzado entre las organizaciones armadas palestinas e Israel y en un contexto de violencia elevada desde hace meses. En las jornadas de martes y miércoles militantes de Yihad Islámica y Hamás lanzaron desde Gaza más de un centenar de cohetes contra territorio israelí, y las Fuerzas de Defensa de Israel que golpearon como respuesta objetivos militares de las organizaciones palestinas en el interior de la Franja. La última escalada, detenida el miércoles gracias a la tregua alcanzada entre Tel Aviv y Yihad Islámica, se había desencadenado a raíz de la muerte en una cárcel israelí de un preso palestino, Khader Adnan, después de haber cumplido 87 días en huelga de hambre.
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