Argentina

Kicillof presidente

El kirchnerismo homenajea hoy al «niño bonito» de Cristina Fernández en plena crisis por los «fondos buitre»

La presidenta argentina y su ministro de Economía, en una foto de archivo
La presidenta argentina y su ministro de Economía, en una foto de archivolarazon

Y llegó el día. El flamante ministro de Economía, Axel Kicillof, cerebro de expropiaciones y «defaults», recibirá su primer baño de multitudes. Algunos dicen que es un preámbulo para la candidatura presidencial de la que se viene hablando dentro del kirchnerismo, por lo menos en público, desde el mes de enero. La convocatoria se realiza bajo un desafiante «Patria o Buitres» y contará con todos los aderezos propios de un show peronista. Para ello se ha alquilado el Luna Park, escenario de estrellas de rock y festivales multitudinarios. Habrá láser, globos, banderas de Evita, bombos... Kicillof será la estrella, con su discurso marxista y nacionalista. Y es que nadie mejor para repudiar el accionar de los fondos de inversión que litigan con el país suramericano en tribunales de EE UU y respaldar la gestión de la presidenta argentina, Cristina Fernández.

La mandataria está contenta con su criatura, ese joven arrogante con patillas que la ha vuelto a aupar en las encuestas. Aunque no han salido publicado sondeos, estudios privados que maneja el Gobierno hablan de un repunte de cinco puntos –cerca del 40% de aprobación– desde que el país entró en suspensión de pagos. El Gobierno ha conseguido vender el discurso de que pese a las injerencias de los «fondos buitre», Argentina se mantiene en pie gracias a la gestión oficialista. Esa es la proclama que puede leerse en los panfletos que anuncian el acto de hoy: «Movilización popular en defensa de Fernández para que la sociedad tome conciencia de que en la pelea con los fondos buitre se está discutiendo el futuro de todos los argentinos».

Argentina ha sido condenada por el juez neoyorquino Thomas Griesa a pagar a fondos de inversión 1.330 millones de dólares más intereses por bonos en mora desde 2001 y que no ingresaron en los canjes de 2005 y 2010. La aplicación de la sentencia mantiene bloqueados fondos que Argentina giró para el pago de compromisos con acreedores de su deuda reestructurada. Pero una guerra en tiempos de crisis económica puede ayudar a la causa kirchnerista. Ahora la inflación, la recesión y el desempleo creciente tienen un enemigo al que culpar.

Camino a 2015

Otra cosa es que la candidatura de Kicillof llegue a materializarse. Ungido por la varita de la viuda peronista, se ha convertido en el «niño bonito» de la Campora –la agrupación de jóvenes kirchneristas capitaneada por Máximo, el hijo de la presidenta–. Sin embargo, no es el favorito de los argentinos. En marzo Kicillof tenía entre un 60 y un 70 por ciento de imagen negativa. Ahora está notoriamente mejor. La imagen negativa está entre el 32 y el 48 por ciento, según distintos sondeos. Por eso muchos «K» imaginan que aún puede mejorar y alcanzar, cuando menos, la candidatura a vicepresidente, garantizando presencia kirchnerista pura en la fórmula.

Aquí el problema que se presenta es en qué fórmula se lo colocaría a Kicillof como candidato a vice. Por las dudas, el gobernador oficialista de la provincia de Buenos Aires y favorito en las encuestas, Daniel Scioli, se prepara a recibirlo con una sonrisa. También puede pasar que Cristina no habilite una competencia genuina en las primarias y decida ella sola la fórmula, aunque ahora mismo, decantarse por Kicillof sería entregar el trono a la oposición. Las encuestas muestran una fuerte recuperación de Scioli en la intención de voto. Si las elecciones a presidente fueran hoy, el gobernador sacaría diferencia, con el 27% de la intención de voto; el alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri estaría segundo, con 23%, y Sergio Massa quedaría relegado en el tercer lugar, con 22%. El problema es que a Scioli siempre lo consideraron un extraño. No es un secreto que se ha estado esperando el surgimiento de algún candidato que cuente con la bendición de Cristina. Y lo que empezó casi como una broma está empezando a ser una bandera: Axel Kicillof, el ministro de Economía, podría ser el hombre.

Así lo define la periodista de «La Nación», Laura Di Marco, que acaba de publicar una notable biografía de la presidenta: «Kicillof es el hijo que a Cristina le hubiera gustado tener. Universitario, gritón, ambicioso, soberbio, inteligente, áspero».

De formación marxista

Axel Kicillof fue nombrado ministro de economía en noviembre de 2013, aunque ya antes, siendo el «número dos» de la cartera, dirigía en la sombra el ministerio. Su pase al primer plano coincidió con la expropiación de YPF Repsol, de la que fue artífice. De 42 años, hijo de padres psicoanalistas, procede de una clase media alta. Estudió en el Colegio Nacional de Buenos Aires, donde se han formado las élites argentinas. Su formación es marxista, aunque le interesa especialmente Keynes.