India

La muerte de un niño desata nuevas protestas violentas en la Cachemira india

La muerte de un niño de 11 años por perdigones usados por la Policía volvió a atizar los ánimos en la Cachemira india, sumida en una crisis política desde hace dos meses y con revueltas que dejan ya 85 muertos.

Un joven lanza piedras contra la policía india durante unas revueltas en Srinagar.
Un joven lanza piedras contra la policía india durante unas revueltas en Srinagar.larazon

La muerte de un niño de 11 años por perdigones usados por la Policía volvió a atizar los ánimos en la Cachemira india, sumida en una crisis política desde hace dos meses y con revueltas que dejan ya 85 muertos.

La muerte de un niño de 11 años supuestamente por perdigones usados por la Policía volvió a atizar la indignación en la Cachemira india, sumida en una crisis política desde hace más de dos meses y con enfrentamientos violentos que dejan ya 85 muertos y más de 10.000 heridos.

Cientos de personas acudieron hoy al funeral de Nasir Shafi Qaz en la zona de Harwan a las afueras de Srinagar, capital de verano de la Cachemira india, después de que este apareciera muerto supuestamente por los disparos de perdigones que utilizan habitualmente los antidisturbios

Según indicaron vecinos a Efe, el niño había desaparecido en la tarde del viernes y fue encontrado ya sin vida posteriormente tras enfrentamientos entre manifestantes y Policía.

Una fuente de la Policía de Cachemira confirmó a Efe el deceso pero indicó que "no está comprobado"que el niño tuviera el cuerpo lleno de perdigones ni que muriera por ello.

La fuente policial indicó que se han vuelto a establecer restricciones (un nivel de prohibición de los derechos inferior al toque de queda) en los distritos de Sringar, después de que la muerte del niño llevara ayer a fuertes protestas en esa zona.

La muerte de Shafi se suma a otra, también ayer, de un niño de 14 años del distrito de Pulwama en un hospital de Srinagar al que había ingresado con heridas provocadas supuestamente por un bote de gas lacrimógeno, según indicaron medios locales.

Hoy de nuevo hay convocadas nuevas manifestaciones para protestar contra las políticas del Gobierno indio y las constantes desactivaciones de las conexiones de internet y telefonía que las autoridades utilizan como estrategia antidisturbios.

Cachemira entró el pasado 8 de julio tras la muerte de un joven insurgente separatista en su peor crisis de inestabilidad desde 2010.

Esa muerte llevó a miles de personas a las calles y a una oleada de protestas contra el Gobierno indio y el gobierno de coalición entre el partido cachemir PDP y el gubernamental BJP, del primer ministro Narendra Modi.

El Gobierno ha optado por establecer prácticamente de manera continúa desde entonces el toque de queda o las restricciones de movimiento, reunión y comunicación para personas o grupos para evitar enfrentamientos que dejan ya 85 muertos y más de 10.000 heridos extraoficialmente.

La dura represión policial que ha dejado miles de heridos incluidos cientos de heridos con lesiones oculares, incluida ceguera total, por el empleo de perdigones ha sido duramente criticada por los partidos cachemires y la oposición política.

El pasado 5 de septiembre, durante una visa al frente de una misión de varios partidos indios, el ministro de Interior, Rajnath Singh, aseguró que el Gobierno indio sustituiría los perdigones por proyectiles pimienta, pero las fuerzas de seguridad continúan empleando el mismo método.

Un diputado nacional del PDP renunció esta semana a su escaño en el Parlamento indio en rechazo a la postura de su partido y la actuación del Gobierno central en este conflicto.

Cachemira, territorio objeto de litigio entre Pakistán y la India, es el único estado de mayoría musulmana de la India y por él ambos países han librados dos guerras y numerosos enfrentamientos de menor intensidad.