Elecciones en Grecia

La ultraderecha griega se hace fuerte

Seguidores de Amanecer Dorado en una manifestación ayer en Atenas
Seguidores de Amanecer Dorado en una manifestación ayer en Atenaslarazon

El nuevo rescate y la crisis migratoria inclinan hacia los extremismos al electorado. Los radicales de Amanecer Dorado se consolidarán como tercera fuerza política tras los comicios.

Suena la bocina final. Grecia cae eliminada en el Eurobasket frente a España por un ajustado 73-71. Las mesas de griegos, seguidores acérrimos de este deporte, se echan las manos a la cabeza en una terraza de Mitilini. El comentarista califica la derrota de «drama». Por la misma acera deambulaban decenas de refugiados que han llegado a la isla de Lesbos durante todo el verano. «La gente está cansada de los políticos, son todos unos mentirosos», asegura la camarera del restaurante, Evangelia Spyrou, al presenciar la escena, «hemos dejado de preocuparnos». El hartazgo de los helenos y la crisis migratoria han ensombrecido la campaña electoral, pero también han potenciado el auge de los extremismos. Un quiosquero del paseo marítimo de Mitilini, que vigila su nevera, tacha de «invasión» la llegada de inmigrantes. «Todos los gobiernos hasta ahora han obviado el asunto y mira cómo hemos acabado», afirma señalando a unos refugiados sentados en una acera, para luego añadir que «hay que ponerle remedio», aunque rehúsa desvelar su voto.

«Nos han fallado todos», considera Evangelia, quien votó a Syriza en enero pero ahora todavía no sabe la opción que escogerá este domingo. El porcentaje de indecisos ronda el 15%, según la mayoría de encuestas, un volumen que, de convertirse en abstenciones, puede beneficiar aún más a los partidos de ideologías extremas, como apuntan varios expertos consultados por LA RAZÓN. La mayoría de sondeos dan alrededor del 7% de apoyo a los neonazis de Amanecer Dorado (AD), un ligero ascenso respecto al 6,28% de los anteriores comicios. El último sondeo de Metronanalysis, sin embargo, les concede un reducido 4,9%. En cualquiera de los casos, los neonazis se han desmarcado y consolidado como tercera fuerza política, aspirando a convertirse en líderes de la oposición en caso de que Syriza y Nueva Democracia deban pactar para formar Gobierno. Su discurso antiinmigración, con la propuesta de «arrestar y deportar a todos los inmigrantes ilegales», puede atraer votantes, especialmente en las islas del Egeo más afectadas por este fenómeno.

En ese sentido, la analista política de IHS Global, Blanka Kolenikova, prevé un aumento de votos de AD, «pero eso no significa que la población se haya radicalizado, sino que se ha desilusionado con los partidos tradicionales –ahora también Syriza– y quieren un cambio». Kolenikova indica, sin embargo, que esa tendencia dura apenas unos meses: «Algunas de esas formaciones radicales que llegan a gobernar –como Syriza en enero– duran tan sólo una legislatura, o ni siquiera logran terminarla, como también en el caso de Eslovaquia. Especialmente si han fracasado a la hora de cumplir sus promesas».

En las últimas semanas, grupos de extrema derecha ligados a AD, según la prensa local, han protagonizado ataques contra los refugiados en las islas de Kos y Lesbos, los dos puntos con más llegadas de botes. La formación de Nikolaos Michaloliakos fue acusada de «crímenes contra inmigrantes» en 2013. Un delito por el que fueron puestos en prisión preventiva varios de sus miembros, incluido su líder. Desde ese momento se redujeron ese tipo de actos xenófobos. Algunos expertos indican que ese descenso en el «supuesto» uso de la violencia permitió a Amanecer Dorado mantener el mismo apoyo en los comicios de enero, pese a concurrir con parte de su cúpula en prisión y tras una discreta campaña. El desgaste de los partidos en el Gobierno –ND, Pasok y Syriza–, sumado a la irrupción de la cuestión migratoria, abren ahora un nuevo horizonte para los neonazis, que no dudaron en dar sus primeros mítines de campaña en las islas del Egeo al grito de «¡Salvadnos!», para poner sus cartas sobre la mesa con un argumento simple: «No dejaremos que la isla se convierta en Pakistán».