Política

Lecornu intenta convencer a los socialistas para sobrevivir en Francia

Los sindicatos franceses han vuelto a salir a las calles del país en otra jornada de huelga "preventiva" ante el nuevo programa de presupuestos

September 10, 2025, Paris, France, France: Paris, France September 10, 2025 - Handover ceremony at the Prime Minister s residence Hotel De Matignon. Sebastien Lecornu, former Minister of the Armed Forces, has been appointed Prime Minister at the age of 39. He has been a close associate of Emmanuel Macron since 2017 - Sebastien Lecornu..POLITIQUE, MATIGNON, PREMIER MINISTRE, GOUVERNEMENT, PASSATION DE POUVOIRS, REMANIEMENT. Europa Press/Contacto/Vincent Isore 10/09/2025 ONLY FOR USE IN SPAIN
Francia.- El primer ministro francés promete nombrar nuevo gobierno antes del inicio del nuevo curso político en octubreCONTACTO vía Europa PressEuropa Press

Apenas tres semanas después de haber sido nombrado y aún sin composición de gobierno, Sébastien Lecornu afronta horas decisivas para su propia supervivencia como primer ministro. Hoy viernes tendrá una cita crucial con lo socialistas en la que buscará, ya no un pacto de coalición sino de "no agresión", es decir, que no voten una moción de censura que pueda derrocarle a las primeras de cambio tras presentar los presupuestos ahondando aún más si cabe en la crisis de estabilidad política que Francia arrastra desde hace más de un año.

Según como se desarrollen las negociaciones con el PS de cara a los presupuestos y las concesiones que Lecornu pueda hacer, el primer ministro debería nombrar gobierno durante los próximos días antes de su intervención en la Asamblea Nacional del martes de la semana que viene en la que desgranará las líneas políticas de su programa de gobierno.

El primer ministro adelantó que sería “un presupuesto de compromiso” para reducir el déficit del 5,4% al 4,7% del PIB. “He tenido en cuenta todas las consultas realizadas con los sindicatos, la patronal y las fuerzas políticas”, ha declarado en una entrevista a Le Parisien. En un claro intento de acercar posturas con los socialistas y los sindicatos, Lecornu ha asegurado que el suyo “no será un presupuesto de austeridad y regresión social”, y que el próximo año aumentarán tanto los recursos destinados a las pensiones (en 6.000 millones de euros) como el gasto sanitario (en 5.000 millones).

El primer ministro trata de esta forma de desmarcarse de su antecesor en el cargo, François Bayrou, derrocado tras una moción de confianza que él mismo planteó hace un mes ante la falta de apoyos para aprobar su plan de recortes draconianos de 44.000 millones de euros para enderezar la deuda pública.

Este jueves los sindicatos franceses han vuelto a salir a las calles del país en otra jornada de huelga "preventiva" ante el nuevo programa de presupuestos. La intersindical ha pedido a Lecornu que abandone claramente la línea de grandes recortes de Bayrou y, hasta el momento, los gestos que ha hecho el nuevo inquilino de Matignon no les parecen suficientes. La jornada de huelga ha estado descafeinada, con mucha menos movilización en las calles que la del pasado 18 de septiembre y un ambiente de compás de espera ante la formación del nuevo gabinete y las concesiones que puedan hacerse a partir de ahora. Los sindicatos reivindican 600.000 manifestantes en toda Francia, cifra que Interior reduce a menos de la mitad.

La estrategia hasta ahora del nuevo primer ministro ha sido muy diferente a la de Bayrou, priorizando las negociaciones con los sindicatos para lograr algún tipo de apoyo que fuerce al PS a no censurar. El nuevo jefe de gobierno quiere convencer a la CFDT, el mayor sindicato del país, probablemente modificando algunos apartados de la polémica reforma de las pensiones de Macron que elevó hasta 64 años la edad de jubilación.

“El mundo del trabajo no puede ser el único que contribuya a los esfuerzos”, ha subrayado en varias entrevistas Marilyse Léon, la secretaria general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT). Léon llegó a calificar en su momento de “museo de los horrores” y “catálogo inadmisible” los presupuestos que preparaba François Bayrou con un tijeretazo de 44.000 millones. Ahora, las formas de Lecornu son distintas, el volumen del recorte menor pero la dirección no cambia, apretarse el cinturón ante el problema que tiene Francia con su deuda.

El Reagrupamiento Nacional se ha abierto en las últimas horas a no tumbar en un primer momento al Ejecutivo. Lecornu también ha intentando hacer gestos para las filas de Le Pen. El primer ministro confirmó que habrá una reducción de 6.000 millones en la estructura y la maquinaria del Estado: “Este importante esfuerzo en los ministerios tendrá que ir acompañado de una reforma a largo plazo de la función pública y de nuestra organización territoriales través de la descentralización”. Esta es una reivindicación del Reagrupamiento Nacional de Le Pen.

Pero voces del partido alertan sobre la “falta de tiempo” para votar el nuevo presupuesto, en lo que parece que será una secuencia política acelerada en este mes de octubre que nadie sabe a ciencia cierta cómo puede terminar. En el mejor de los casos para Macron, con un acuerdo de no censura de socialistas y aprobación de presupuestos y en el peor, con una nueva censura que arrastre, esta vez sí, a una ineludible convocatoria de legislativas. Y todo ello en un momento muy complicado para el presidente cuya popularidad está en caída libre.

Según un último sondeo de la encuestadora Odoxa sólo el 22% de los franceses aprueba su gestión. Algo que contrasta con Lecornu, que sin tener buenos datos (32% de opiniones favorables) si ve como su perfil discreto va conquistando adeptos y ya disfruta de una popularidad 10 puntos mayor a la de Macron y bastante por encima de la de su antecesor Bayrou. Según ese mismo sondeo, Le Pen y su delfín Jordan Bardella, siguen en cabeza del ránking de personalidades políticas más valorados por los franceses en este momento con el 36% y 37% respectivamente.