Crisis política

Macron confía en el fiel Sébastien Lecornu como nuevo primer ministro francés

El ahora ministro de Defensa deberá articular una mayoría que lo tolere sin activar una moción de censura

Macron ha decidido actuar con rapidez ante la crisis abierta tras la caída de François Bayrou y en 24 horas ya ha nombrado a su reemplazo como primer ministro confiando el cargo a un fiel entre los más fieles del presidente, Sébastien Lecornu, actual ministro de Defensa. Era uno de los nombres que más había sonado en las últimas horas.

Lecornu, de 39 años, viene de la derecha clásica de Los Republicanos aunque se unió al movimiento político de Macron, "En Marche", en 2017, con la llegada de Macron al Elíseo. Desde entonces ha ido encadenando cargos en los gobiernos de Macron y desde mayo de 2022 era ministro de la Defensa, un cargo que ha conservado hasta ahora y por tanto, ha estado viviendo de cerca los acontecimientos de la guerra de Ucrania durante estos tres últimos años. Lecornu se ha convertido en el único miembro del Ejecutivo que ha ido permaneciendo en los sucesivos gobiernos de la era Macron desde el principio.

No lo tendrá fácil en el nuevo cargo y tendrá por misión articular una mayoría que, al menos, pueda tolerarlo sin activar una moción de censura. Macron, reza el comunicado emitido por el Elíseo en la tarde de este martes, “le ha encargado consultar a las fuerzas políticas representadas en el Parlamento con vistas a adoptar un presupuesto para la Nación y construir los acuerdos indispensables para las decisiones de los próximos meses”. Su principal objetivo será intentar tender puentes con el partido socialista para ensanchar la base de apoyo parlamentario del nuevo Gobierno.

Pese a su juventud, se trata de un político muy experimentado y que ha ejercido numerosos cargos en los gobiernos de Macron. Transición Ecológica, Colectividades Territoriales, Ultramar y, desde 2022, Fuerzas Armadas. Cada puesto le ha servido para construir una reputación de gestor discreto pero eficaz con una línea ideológica conservadora en cuestiones sociales y liberal en el campo económico. Un europeísta convencido. Llega al cargo después de que Macron aceptara la dimisión de Bayrou a mediodía de este martes en el Elíseo tras la votación de la moción de confianza que perdió con 364 votos en contra (de un total de 577 diputados), y que el propio Bayrou planteó ante la falta de apoyos parlamentarios para sacar adelante los presupuestos que incluían recortes draconianos por valor de 44.000 millones de euros para corregir la disparada deuda francesa.

Macron ha querido de esta forma actuar rápidamente, más si cabe teniendo en cuenta que la prima de riesgo francesa llegaba a superar a la italiana algo que no había ocurrido en quince años ante el escenario de turbulencia política que dejaba la sesión del lunes en la Asamblea Nacional y para dar tranquilidad a los mercados, teniendo en cuenta que el próximo viernes la agencia Fitch podría degradar la deuda francesa pasando de la actual AA a A.

Para este miércoles hay convocada en redes sociales una jornada para bloquear Francia. Las fuerzas y cuerpos de seguridad se preparan para evitar una jornada negra. El ministro del Interior, Bruno Retailleau, ha anunciado un dispositivo de 80.000 gendarmes y ha declarado que no se esperan “grandes movimientos” sino más bien “acciones espectaculares” que puedan tener impacto mediático y en este sentido, Interior va a movilizar un gran dispositivo para evitar el bloqueo de infraestructuras sensibles que podrían estar en el punto de mira en este 10-S como estaciones de transporte, centrales de energía o lugares emblemáticos. También tendrán durante esta jornada una vigilancia especial los llamados “lugares de poder” como la Asamblea Nacional, el Senado o los ministerios.