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Oriente Medio

Líbano elige primer ministro a Nawaf Salam, el magistrado que presidió el proceso contra Israel por genocidio

El hasta ahora presidente de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) está alejado de las redes de clientelismo que plagan el sistema político libanés y es un tecnócrata con una visión reformista

El presidente de Líbano encarga a Nawaf Salam formar gobierno como nuevo primer ministro FRANK VAN BEEKEUROPAPRESS

El magistrado Nawaf Salam, actual presidente de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), fue elegido este lunes como nuevo primer ministro del Líbano, después de más de dos años y medio con un dirigente en funciones y apenas cuatro días después de finalizar otro prolongado vacío en la jefatura de Estado.

Salam asumió la presidencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya hace apenas once meses, un puesto que deberá abandonar prematuramente tras haber salido elegido por fin como primer ministro del Líbano después de años de intentos fallidos.

También exrepresentante del Líbano ante la ONU, Salam recibió el apoyo casi unánime de la mayoría de los diputados que este lunes desfilaron por el Palacio Presidencial para unas consultas vinculantes, siendo nombrado para sustituir al multimillonario Najib Mikati, que estaba en funciones desde mayo de 2022.

El juez es un defensor de la independencia de la Justicia en el Líbano, un país plagado de corrupción y clientelismo, y antes de las consultas de este lunes ya había sido propuesto en varias ocasiones por la oposición al ser considerado un candidato alejado de las redes tradicionales de poder.

Presidencia de la CIJ

Nacido en Beirut en 1953, cursó estudios en las prestigiosas universidades de Harvard (EE.UU.) y La Sorbona (Francia) y ha ostentado puestos académicos en diferentes instituciones educativas como complemento a su carrera en la abogacía.

En febrero de 2024, tras seis años siendo miembro de la CIJ, Salam fue nombrado como presidente de dicho tribunal, cuando este se encontraba rodeado de atención tras haber exigido a Israel que tomara "todas las medidas" para prevenir un genocidio en Gaza, como parte de un caso iniciado por Sudáfrica.

Antes de entrar a formar parte del órgano judicial, también desarrolló un periodo de ejercicio diplomático durante el que actuó como representante permanente del Líbano ante las Naciones Unidas, entre 2007 y 2017, y formó parte de diversas delegaciones oficiales a cumbres internacionales.

En los últimos años, el magistrado ya había sido uno de los nombres más recurrentes para ocupar el cargo de primer ministro del Líbano, considerado como un postulante independiente alejado de las redes de clientelismo que plagan el sistema político libanés y como un tecnócrata con una visión reformista.

Sin embargo, nunca había logrado apoyos suficientes en ninguno de los procesos de elección concatenados que tuvieron lugar en el país desde la dimisión de Saad Hariri a finales de 2019, en medio de protestas masivas contra la clase dirigente al inicio de una grave crisis económica.

En aquella primera ocasión, Salam obtuvo apenas 13 apoyos durante las consultas parlamentarias, quedando también relegado a un segundo puesto cuando el Palacio de Gobierno volvió a quedar vacío tras la explosión de 2020 y, de nuevo, tras las elecciones parlamentarias de 2022.

El grupo chií libanés Hizbulá se oponía a su nombramiento como dirigente del país, un puesto reservado para un musulmán suní, y este lunes su brazo político se abstuvo de respaldar a ningún candidato.

Independencia de la Justicia

En los últimos años, Salam ha pedido que no haya impunidad en el caso de la explosión de 2020 en Beirut, que causó más de 200 muertos y cuya investigación ha sido obstruida constantemente por ex altos cargos imputados al respecto, hasta el punto de que lleva suspendida tres años.

El magistrado también ha defendido públicamente la importancia de establecer una Justicia independiente en el Líbano y ha cargado, entre otros factores, contra el sistema de cuotas que asigna puestos en el sistema a los diferentes grupos confesionales del país.

La independencia de la Justicia será, precisamente, uno de los principales asuntos que deberá abordar durante su mandato, junto a las reformas financieras aún pendientes desde el inicio de una grave crisis económica en el país en 2019 y el mantenimiento del alto el fuego con Israel.

Él mismo aprovechó su nombramiento como presidente de la CIJ, hasta ahora el culmen de su carrera, para realizar una reivindicación sobre el estado de la Justicia libanesa.

"Lo primero que también me llega a la cabeza en este momento es mi permanente preocupación por que mi ciudad, Beirut, vuelva a ser madre de las leyes, como se la denomina; por que como libaneses tengamos éxito en establecer un Estado de derecho y que prevalezca la justicia entre sus hijos", dijo entonces en un mensaje en X.