Los militares prometen «llevar a Maduro a la presidencia»

El Ejército de Venezuela ha tomado partido por el presidente interino, Nicolás Maduro. Tras la muerte de Hugo Chávez, el ministro de Defensa, el comandante Diego Molero, dijo: «Nuestra misión es llevar a Maduro a ser el presidente de la República Bolivariana para darles en la madre a esos fascistas», en referencia a la oposición. Tras el intento frustrado de golpe en 2002 contra Chávez, éste se encargó de moldear unas Fuerzas Armadas a su medida. En 2010, proclamó que éstas debían ser de «extrema izquierda», poniendo de manifiesto que las FF AA defienden más un proyecto político que una nación. Pero lejos de ser un estamento felizmente unido en torno a la revolución bolivariana, entre los militares existe descontento, tal y como ha explica a este periódico la diputada opositora María Corina Machado. Por un lado, se está produciendo una desprofesionalización al haber incorporado al Ejército a civiles procedentes de la Milicia Bolivariana, considerada como la guardia pretoriana del presidente y formada por más de 100.000 ciudadanos, en muchos casos armados. Ese malestar también se explicaría por la cubanización del aparato militar. En 2010, el general de brigada Antonio Rivero criticó la presencia excesiva de militares y personal cubano con poder de decisión en el ámbito de la doctrina militar y en cuestiones de armamento e inteligencia. La imagen de las Fuerzas Armadas también se ha empañado al quedar vinculados algunos de sus altos mandos con el narcotráfico. En los últimos años, las Fuerzas Armadas han ido abarcando funciones en sectores económicos. Las Milicias, además, se encargan del resguardo militar del proceso electoral y han asumido puestos en el sistema escolar para formar a jóvenes en «educación para la defensa integral».