Estados Unidos

Los republicanos dan luz verde al muro de Trump

El programa conservador propone cárcel para los migrantes, critica las bodas homosexuales y rechaza endurecer el control de armas.

El candidato del Partido Republicano a la Casa Blanca, Donald Trump
El candidato del Partido Republicano a la Casa Blanca, Donald Trumplarazon

El programa conservador propone cárcel para los migrantes, critica las bodas homosexuales y rechaza endurecer el control de armas.

El candidato republicano, Donald Trump, tiene que apoyar el programa republicano que, según la tradición, deberá ser aprobado el lunes, el primer día de Convende Cleveland (Ohio). Sin embargo, como todo en esta campaña, ha sido el comité del GOP (siglas con las que se conoce al Partido Republicano) el que se ha adaptado a las propuestas del candidato, sobre todo en cuanto a los asuntos comerciales y migratorios. De esta forma, la plataforma republicana incluye los planes de Trump de levantar un muro en «la frontera sur de forma completa y debe ser suficiente para que se frene el tráfico de peatones y vehículos» entre México y los Estados de California, Arizona, Nuevo México y Texas. Asimismo, propone penas de cárcel para los migrantes que traten de volver a entrar en el país y que los tratados comerciales se reformen para mejorar las condiciones de EE UU.

En el debate también se apoyó la prohibición de que los transexuales utilicen baños públicos destinados al sexo con el que se sienten identificados, la condena el aborto y la prohibición de investigar con células madres o tejidos fetales. Asimismo, insiste en la necesidad de que se respete el derecho a portar armas y no se impongan más controles, como piden los demócratas tras los últimos tiroteos en zonas públicas.

Una de las propuestas más novedosas es declarar la pornografía en internet «crisis de salud». «Internet no debe convertirse en un santuario de depredadores. La pornografía con sus efectos dañinos, especialmente en los niños, se ha convertido en una crisis de salud pública que está destruyendo la vida de millones», se puede leer en la enmienda. A pesar de rechazar que la comunidad de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales fuesen objetivo del «terrorismo radical islámico», critica dos decisiones del Tribunal Supremo que llevaron a la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo. Y es que la guerra entre Trump y el Supremo, al menos, con la juez Ruth Bader Ginsburg, se libra estos días de una forma mucho más abierta que en las críticas indirectas de la plataforma.

Trump pidió ayer la dimisión de esta magistrada después de que la liberal le criticase primero en una entrevista a la agencia Associated Press y después en el periódico «The New York Times». «No puedo imaginarme cómo sería este lugar [por el Supremo]. No puedo imaginarme lo que sería el país con Donald Trump como presidente», indicó la jueza en clara referencia a que, entre una de las obligaciones del presidente de EE UU, es el nombramiento de los jueces.

Trump respondió de manera inmediata a través de Twitter, su medio favorito para comunicarse con su electorado. Primero exigió una disculpa y después su dimisión, al tiempo que sugirió que no está en condiciones mentales de seguir en este cargo, que es de carácter vitalicio. «La juez Ginsburg de la Corte Suprema nos ha avergonzado a todos con sus comentarios tontos sobre mí. Su mente está acabada. Dimisión», terminó Trump.

En un intercambio de ataques muy poco frecuente entre la jueza del Supremo y el candidato, ya que los magistrados de este tribunal no suelen conceder entrevistas ni hacer comentarios sobre política, contestó que «es un farsante». «No tiene consistencia. Dice cualquier cosa que se le viene a la cabeza. Tiene un gran ego. (...). ¿Cómo ha logrado librarse de no revelar su declaración de impuestos?», se preguntó.