Imágenes reales
El momento exacto en el que terroristas de Hamás disparan contra un coche que huía del festival Supernova
El vídeo muestra el camino de la muerte por el que escaparon algunos de los asistentes
La masacre perpetrada por Hamás en el festival de música Supernova, cerca de la Franja de Gaza, ya se considera como uno de los actos más brutales jamás cometidos por grupos terroristas. Hasta el momento, se han recuperado 260 cuerpos, en su mayoría personas jóvenes que fueron asesinadas por pistoleros que descendieron en parapentes e irrumpieron en motociletas, camionetas y lanchas rápidas.
Un joven superviviente llamado Arik Nani, describió cómo vivió esos momentos de terror: "Estábamos escondidos y corriendo en un campo abierto, el peor lugar donde uno podría estar en esa situación”. Algunos de los asistentes, lograron escapar de las balas y explosiones escondiéndose hasta que fueron rescatados por el ejército de Israel. Otros muchos, utilizaron sus vehículos en un intento por huir de la masacre. Uno de ellos cuenta que cogió las llaves del coche de su amigo e intentó subir al máximo número de personas que fue encontrando por el camino.
Algunos no tuvieron la misma suerte que ellos y fueron interceptados en su huída por militantes de Hamás. En las imágenes grabadas por uno de los vehículos, se muestra el "camino de la muerte" por el que intentaban escapar visitantes del festival. La grabación demuestra que los hechos ocurrieron el sábado a las 7:39 de la mañana. En solo 60 segundos, los milicianos consiguen acabar con la vida del conductor disparando en reiteradas ocasiones mientras el vehículo va perdiendo velocidad y acaba por estamparse contra uno de los furgones palestinos.
Han sido varios los vídeos difundidos por redes sociales que relatan de primera mano los momentos de terror que se vivieron en el festival de Israel. Por ejemplo, el de una chica que entre llantos y gritos, graba minuto a minuto la secuencia de los hechos. Pero más allá de los asesinatos a sangre fría, algunas imágenes muestran a asistentes siendo secuestrados como rehenes, añadiendo una dimensión aún más espantosa a la tragedia. Es el caso de la joven Noa Argaman, de 25 años, que al grito de “¡No me matéis!” es secuestrada en una motocicleta, bajo la mirada de terror de su pareja, también retenido. Lo que debía ser solo una celebración por la paz, se transformó en un escenario de terror inimaginable.
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