Cargando...

EE UU

El muro entre Estados Unidos y México será pintado de negro para evitar que los migrantes lo escalen

La secretaria de Seguridad Nacional estadounidense afirmó que este color hará que el muro se caliente más, complicando que la gente lo suba

El muro entre Estados Unidos y México será pintado de negro para evitar que los migrantes lo escalen Matt YorkAP

La frontera entre Estados Unidos y México se encuentra nuevamente en el epicentro de una nueva polémica. Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional estadounidense, ha presentado una propuesta innovadora que busca modificar la estructura mediante una intervención aparentemente simple pero potencialmente efectiva: pintar el muro de color negro.

La iniciativa surge como una respuesta directa a las directrices del presidente Donald Trump, quien siempre mantuvo como prioridad el reforzamiento de la seguridad en la zona limítrofe. El objetivo principal de esta estrategia es incrementar la temperatura de la estructura, dificultando así los intentos de cruce por parte de migrantes.

"Esto fue solicitado específicamente por el presidente porque con estas altas temperaturas, cuando algo se pinta de negro, se calienta aún más y será aún más difícil que la gente lo suba. Por eso, pintaremos todo el muro fronterizo sur de negro para disuadir a la gente de entrar ilegalmente a nuestro país", declaró Kristi Noem, con un rodillo en la mano, a la prensa.

El jefe de la patrulla fronteriza, Mike Banks, ha respaldado públicamente la medida, argumentando que se trata de una estrategia complementaria a los actuales protocolos de seguridad. La pintura negra, además, tendría beneficios adicionales como proteger el metal contra la corrosión, prolongando potencialmente la vida útil de la estructura.

Financiamiento y situación actual en la frontera

El proyecto se enmarca dentro del "One Big Beautiful Bill Act", una iniciativa que destinará aproximadamente 46 mil millones de dólares para completar la construcción del muro.

Este anuncio se produce en un momento en que el número de cruces ilegales en la frontera sur de Estados Unidos está experimentando un descenso histórico. En junio, se interceptaron poco más de 6.000 migrantes, una cifra muy inferior a los picos registrados durante la administración Biden, con más de 6.000 arrestos diarios.