
Drones de ataque
Nadie se reirá de los drones de Canadá: pronto podrán atacar en enjambres para destruir objetivos militares
La firma canadiense de drones Draganfly se alía con Palladyne AI para crear enjambres de aparatos no tripulados controlados por un solo operador, una tecnología diseñada para mejorar las labores de vigilancia y reconocimiento

La idea de que una sola persona pueda dirigir las operaciones de todo un ejército de máquinas voladoras ha dejado de ser ciencia ficción para convertirse en una realidad inminente. La tecnología para coordinar en el campo de batalla o en misiones de emergencia a un enjambre de drones autónomos está a punto de dar un salto de gigante, multiplicando la capacidad de respuesta y la eficiencia de una forma que hasta ahora solo se veía en las películas. De hecho, el concepto de drones de combate que atacan en enjambres impulsados por inteligencia artificial ya se está consolidando como la próxima evolución en la guerra moderna.
En esencia, el gran avance consiste en dotar a las aeronaves no tripuladas de la capacidad de pensar en equipo. El software que se está desarrollando permite que los drones no solo rastreen objetivos de forma individual, sino que además se comuniquen entre ellos para tomar decisiones conjuntas. Esto significa que si un dron pierde el rastro, otro puede tomar el relevo de inmediato, de modo que cooperan entre sí sin supervisión humana constante para cumplir el objetivo de la misión.
Detrás de este desarrollo se encuentra una alianza estratégica clave entre la compañía canadiense de drones Draganfly y la firma de software Palladyne AI. Según detalla el medio Interesting Engineering, el sistema se basa en una avanzada fusión de sensores que combina la información de múltiples fuentes para crear un mapa situacional completo y preciso, mejorando de manera notable la capacidad del grupo para detectar e identificar amenazas u objetivos. Este tipo de colaboraciones son cruciales para el avance de la tecnología, como demuestra el reciente primer vuelo de un dron de última generación con capacidades letales que también redefine las operaciones aéreas.
Un cambio de paradigma en las operaciones sobre el terreno
De hecho, el principal campo de aplicación para esta tecnología son las misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento en tiempo real. La capacidad de un enjambre para cubrir grandes extensiones de terreno de manera coordinada o para seguir a varios objetivos de forma simultánea abre un abanico de posibilidades inmenso en sectores como la seguridad o la gestión de emergencias. Ante la proliferación de estas capacidades, también surgen con fuerza las contramedidas, como evidencia la presentación del primer simulador antidrones del mundo para entrenar en la neutralización de estas amenazas.
Por consiguiente, el impacto más directo se notará en la optimización de los recursos humanos. Al centralizar el control de un grupo de drones en un único piloto, no solo se amplían las capacidades tácticas, sino que se reduce drásticamente la carga de trabajo del personal. Este aumento de la eficiencia operativa podría transformar la supervisión de infraestructuras críticas y las operaciones de rescate, donde la velocidad y la precisión son absolutamente cruciales.
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