Oriente Medio

Así son los F-35, los cazas más sofisticados de Israel que Irán buscó aniquilar en su ataque

La Guardia Revolucionaria Islámica iraní trató de atacar el aeródromo militar de Nevatim, en el sur de Israel, según recoge 'Times of Israel'

Un caza F-35 israelí
Un caza F-35 israelíAllie MurrayAllie Murray

La Guardia Revolucionaria Islámica iraní, responsable del lanzamiento de los más de 300 drones y misiles el pasado fin de semana contra Israel, buscó dañar o destruir el aeródromo militar de Nevatim durante su ataque, según recoge 'Times of Israel'.

Se trata de una base aérea ubicada en el sur de Israel que alberga escuadrones de aviones de combate F-35, el caza más sofisticado del arsenal israelí fabricado por la compañía estadounidense Lockheed Martin a la que Tel Aviv tuvo acceso prioritario dada la importante alianza bilateral entre ambos países.

"La operación militar iraní contra Israel fue limitada y dirigida a escuadrones de aviones F-35", aseguró el ministro de Exteriores iraní Hossein Amir-Abdollahian.

La historia del F-35 se remonta al año 2006, cuando el mencionado caza completó su primer vuelo e inició su servicio en las Fuerzas Armadas de EE UU en 2015, tras lo cual llegó también a un buen número de sus aliados, entre ellos Israel.

Estos bombarderos están diseñados para llevar a cabo misiones de ataque a tierra, reconocimiento y defensa aérea, y cuentan con diferentes versiones. La que utiliza Tel Aviv, que fue bautizada como F-35I Adir, es una variante del modelo estándar F-35A que incorpora tecnologías desarrolladas por compañías aeroespaciales israelíes.

Los F-35 son aeronaves monoplaza que poseen una longitud de 15,67 metros, una envergadura de 10,7 metros y una altura de 4,33 metros. El armamento de un F-35A estándar incluye un cañón rotativo de 4 cañones, misiles y bombas guiadas por láser y satélite, entre otros recursos.

Actualmente, el Ejército Israelí cuenta en su arsenal con 39 de estos cazas, y recientemente ha anunciado más adquisiciones para llegar a 75. Sin ir muy lejos, la Fuerza Aérea israelí fue la primera del mundo en utilizar uno de ellos en 2018: curiosamente, el contexto también fue el de enfrentamientos con fuerzas iraníes en territorio sirio. Desde entonces se han dejado ver en Yemen y más recientemente también en el conflicto de Gaza.

El pasado mes de febrero, un tribunal de La Haya ordenó al Gobierno de Países Bajos detener la exportación de piezas del F-35 a Israel, después de que organizaciones como Oxfam denunciasen que servían para bombardear a la población civil en Gaza. Hay quienes han acusado a Washington de trato de favor a Israel en comparación con otros países que también contribuyeron al programa Joint Strike Fighter, ya que les permiten modificar los F-35 con su propia tecnología, han facilitado inversiones en el país para propiciar la llegada de los cazas y además les proporcionan importantes ayudas militares anuales.

El proyecto de los F-35 también ha generado cierta polémica dentro de EE UU por su elevado coste de desarrollo y mantenimiento, su complejidad y los retrasos que sufrió hasta entrar en servicio. El coste unitario de los aviones F-35 ha variado según el modelo y la época, pero el del F-35A (que es el más barato) está en torno a los 75 millones de euros aunque hay informes que aseguran que el precio real supera los 100 millones por cada uno de los modelos básicos, si tenemos en cuenta los diferentes aspectos del programa.

Asimismo, cada hora de vuelo de los F-35 tiene un coste de más de 37.000 euros. De todos modos, ya han fabricado más de mil de ellos, y está previsto que construyan muchos más y que operen hasta el año 2070, con un coste final estimado de cerca de un billón de euros.