Balcanes
La presidenta electa de Macedonia del Norte estrena el cargo con la apertura de una crisis diplomática con Grecia
La nacionalista Gordana Siljanovska-Davkova se refirió a su país como «Macedonia» y no como «Macedonia del Norte». La embajadora griega en Skopje abandonó su toma de posesión
La abogada experta en derecho constitucional Gordana Siljanovska-Davkova ha tomado posesión este domingo como presidenta de Macedonia del Norte. Es la primera mujer que preside el país balcánico desde su independencia de Yugoslavia en 1991. Su candidatura, respaldada por el partido nacionalista opositor VMRO-DPMN, del que era diputada, obtuvo el miércoles en segunda vuelta el 65 por ciento de los votos frente al 29 por ciento de su rival, el socialdemócrata proeuropeo Stevo Pendarovski, en el cargo desde 2019. Un resultado aplastante. Además, los conservadores de VMRO-DPMN se hicieron en las legislativas con 58 de los 120 escaños de la Asamblea, y anunciaron una coalición de Gobierno con la formación albanesa VLEN/VREDI. La Unión Social Demócrata de Macedonia (SDSM, por sus siglas), que lleva siete años en el poder, ni siquiera alcanzó el l 15 por ciento de los votos en uno de sus peores resultados históricos.
En Macedonia del Norte, país en el que los albaneses étnicos constituyen aproximadamente una cuarta parte de la población, es tradición que el partido albanés que mejores resultados obtenga en las urnas sea decisivo en la formación del Gobierno. Sin embargo, los líderes VMRO-DPMNE afirmaron antes y después de la cita electoral que no pactarían con la Unión Democrática para la Integración (UDI), el partido étnico albanés más grande del país. Los nacionalistas no quieren a la UDI en su coalición, y se ha decantado por la oposición albanesa unida. Siljanovska-Davkova nombró el domingo a los integrantes de un Gobierno de composición multiétnica y multiconfesional. «Seré la presidenta de la izquierda y de la derecha, la presidenta de todos los ciudadanos, de todas las comunidades étnicas, de todos los grupos religiosos», apuntó este domingo.
La nueva jefa de Estado, de 71 años, esbozó el domingo en su discurso inaugural los pilares de su mandato: el refuerzo del Estado de Derecho, la integración en la Unión Europea y la ampliación de los derechos de las mujeres. «Créanme, rodeada de mujeres parecidas a mí, subversivas, independientes, fuertes, que saben expresar una actitud diferente a la de los hombres, será un gran paso adelante», declaró la presidenta electa el pasado miércoles tras la finalización del recuento.
Pero la toma de posesión de Siljanovska-Davkova trascendió por no pronunciar «Macedonia del Norte», la denominación constitucional del Estado acordada en 2018 entre el anterior Ejecutivo socialdemócrata y el Gobierno griego del entonces primer ministro Alexis Tsipras. La nueva presidenta se refirió a su país como «Macedonia». A secas. Por eso, la embajadora griega en Skopje, Sophia Philippidou, abandonó la ceremonia de investidura. Los conservadores macedonios no aceptan una denominación pactada hace seis años que permitió desbloquear la entrada de Skopje en la OTAN en 2020 e impulsar el proceso de adhesión a la Unión Europea. Para Siljanovska-Davkova, la cuestión «aún está legalmente abierta». «Como ciudadana, pero también si llego a ser presidenta, en mis actos públicos nunca usaré “del Norte”, solo Macedonia», insistió a lo largo de la campaña.
El Servicio Europeo de Acción Exterior, el cuerpo diplomático de la UE, ha emitido en la tarde del domingo un comunicado lamentando su postura. «La UE recuerda la importancia del pleno respeto de los acuerdos existentes y jurídicamente vinculantes, incluido el Acuerdo de Prespa con Grecia», recoge la nota consensuada con los Veintisiete. El Acuerdo de Prespa, firmado en 2018, puso fin al conflicto por el uso de la denominación de Macedonia, que mantenía enfrentados a Grecia, que posee una provincia de nombre idéntico, y al actual Estado de Macedonia del Norte, que hasta el pacto con Atenas también se hacía llamar como Macedonia y reivindicaba la pertenencia del nombre.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, recordó a la nueva jefa de Estado que, para que Skopje se integre a las instituciones comunitarias, debe mantener «el pleno respeto de sus acuerdos vinculantes», incluido el de Prespa. Al mismo tiempo, la dirigente alemana felicitó a través de Twitter a Siljanovska-Davkova «por convertirse en la primera mujer presidenta de Macedonia del Norte» y se mostró deseosa por trabajar con ella coincidiendo «en un momento crucial» en el que este país «avanza en sus reformas y continúa su camino hacia la UE». El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, se sumó a las felicitaciones y subrayó que «el futuro de Macedonia del Norte y los Balcanes Occidentales está en la Unión Europea» sin hacer referencia al episodio que ha marcado de puertas hacia fuera la toma de posesión de Siljanovska-Davkova.
El regreso de los nacionalistas de VMRO-DPMN, no obstante, puede complicar –aún más– el proceso de adhesión de Skopje a la UE por sus tensas relaciones con Bulgaria. Sofía lleva dos años bloqueando la candidatura de Macedonia del Norte con sus exigencias para reformar su Constitución a fin de que reconozca a la minoría búlgara del país. Unas exigencias que la nueva jefa del Estado rechaza de plano.
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