Oriente Próximo

La primera declaración de Asad desde Rusia: "La única vía de acción era seguir combatiendo"

El dictador sirio rompe su silencio desde Moscú y niega haber planificado su escapada y asegura que su intención era luchar

FILE - In this photo released Nov. 9, 2019, by the official news agency SANA, then-President Bashar Assad speaks in Damascus, Syria. (SANA FILE via AP, File)
Bachar al AsadASSOCIATED PRESSAgencia AP

Al cumplirse una semana de la caída del régimen, el expresidente sirio Bachar al Asad se expresó ayer por primera vez en público para negar que su huida a Rusia fuese algo «planeado» o que se hubiera planteado «dimitir o buscar refugio» ante el triunfante avance de los rebeldes liderados por los neoyihadistas de Hayat Tahrir al Sham (HTS).

En el comunicado, publicado a través de la cuenta de la Presidencia siria en la red social Facebook y en Telegram, el depuesto dictador reveló ayer además que «permaneció en Damasco, llevando a cabo sus funciones, hasta primera hora del 8 de diciembre», cuando «fuerzas terroristas se infiltraron» en la capital, forzando su traslado a Latakia. El exmandatario revela además que su huida a territorio ruso se produjo desde la base aérea rusa de Hmeimin situada en la citada provincia, aunque su intención al llegar a las citadas instalaciones militares fue, «en coordinación con los aliados rusos», «supervisar las operaciones de combate».

«A la llegada a la base aérea de Hmeimin quedó claro que nuestras fuerzas se habían retirado completamente de todas las líneas de batalla y que las últimas posiciones militares habían caído», afirmó ayer Asad en la misma nota, antes de aseverar que «ante el continuo deterioro de la situación sobre el terreno en la zona, la base militar rusa quedó bajo un intensificado ataque por parte de drones». «Sin medios viables para abandonar la base, Moscú pidió que el mando coordinara una evacuación inmediata en la tarde del 8 de diciembre», aseguró.

«Esto tuvo lugar un día después de la caída de Damasco y tras el colapso de las últimas posiciones militares y la resultante parálisis de todas las instituciones estatales», abundó el exdictador sirio. Así, Asad insistió en que «en ningún momento» se planteó dimitir para afirmar que «la única vía de acción era seguir combatiendo contra la ofensiva terrorista».

Por último, el exjefe de Estado sirio admite que «el bloqueo de comunicaciones por motivos de seguridad» lo obligó a difundir su mensaje a través de las redes sociales y advirtió del problema de la «una inundación de desinformación y narrativas alejadas de la realidad destinadas a presentar el terrorismo internacional como una revolución para la liberación de Siria».

Entretanto, en Siria tanto las autoridades en control de la mayor parte del territorio –una amalgama de milicias capitaneadas por el citado HTS– como las kurdas seguían avanzando sus planes e intenciones al cumplirse la primera semana desde la caída de la dictadura de Asad. En medio de una ofensiva de HTS y fuerzas afines –que comenzó cuando los rebeldes islamistas iniciaban su camino a Damasco–, las autoridades autónomas kurdas en el norte y el noreste de Siria presentaron ayer una iniciativa de diez puntos para una «fase de transición» que incluye «el fin de las operaciones militares» en todo el país y la preservación de «la unidad y la soberanía» de Siria.

La –denominada oficialmente– Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES) defendió ayer en un comunicado que el país «ha entrado en una nueva fase con la caída del tiránico régimen baazista» y que en estos momentos es necesaria «una hoja de ruta común» a fin de «salir con éxito de este periodo de transición». Militarmente la región está controlada por las conocidas como Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), que cuentan con el respaldo de Estados Unidos.

«La política de exclusión y marginación que destruyó Siria debe terminar y todas las fuerzas políticas deben participar en la construcción de la nueva Siria, también durante el periodo de transición», aseguró en el citado comunicado la AANES, al tiempo que reclamaba a «todas las partes» que «reconsideren sus posturas y pongan los intereses nacionales por encima de cualquier otra consideración».

En suma, la administración del noreste sirio en manos kurdas apostó ayer por una «cooperación» entre la AANES y las autoridades interinas instauradas en Damasco y ha propuesto la celebración de una «reunión de emergencia» en Damasco con la participación «de todas las fuerzas políticas sirias» para «unificar visiones de cara a la fase de transición». La reunión de emergencia es uno de los diez puntos de la propuesta de las autoridades kurdas, que abogan también por «preservar la unidad y la soberanía del territorio sirio y protegerlo de los ataques lanzados por el Estado turco y sus mercenarios», en referencia a grupos rebeldes apoyados por Ankara que atacan desde hace días las zonas bajo control de la AANES.