Combates

¿Se puede quedar Rusia sin carros de combate? Moscú pierde en Ucrania 10 por cada uno que es capaz de fabricar

El régimen de Putin habría perdido 2.500 carros desde el inicio de la invasión a Ucrania, en febrero del pasado año.

Un soldado ucraniano pasa junto a un carro de combate ruso destruido por los combates en Moshchun, cerca de Kiev
Un soldado ucraniano pasa junto a un carro de combate ruso destruido por los combates en Moshchun, cerca de KievEfrem LukatskyAgencia AP

El jefe de las Fuerzas Armadas británicas, el almirante Sir Antony Radakin estima que Moscú ya ha perdido en su intento de invasión de Ucrania 2.500 carros de combate. Si se cruza esta cifra con la 200 nuevos tanques que Rusia es capaz de producir cada año, según Radakin, obtenemos que por cada nuevo carro que el Kremlin puede poner en el frente pierde cerca de otros diez. El máximo líder militar de Reino Unido afirma que Rusia “ha perdido casi la mitad de la efectividad de combate de su ejército” en Ucrania, lo que incluye también diez millones de proyectiles de artillería que calcula que disparó el año pasado en esta guerra.

De momento, según estos cálculos, Rusia lleva perdidos en esta guerra una media de 160 carros de combate menos al mes, mientras que su producción anual no llega a una media de 17 unidades al mes. Las evidencias obtenidas del teatro de operaciones a través de fotografías y vídeos recogen que las bajas de carros de combates entre las tropas rusas ascienden a algo menos de 2.100 unidades, según la base de datos recopilada por los analistas neerlandeses de Oryxpioenkop. De esa cantidad, más de 1.300 tanques rusos han resultado destruidos en Ucrania, cerca de 120 dañados, más de 110 abandonados y casi 550 capturados.

En el caso de los proyectiles, la estimación de Radakin también cumple el ratio de uno nuevo por diez que ya no podrán usarse, ya que también apunta que”, en el mejor de los casos, puede producir un millón de proyectiles al año”.

El periódico financiero británico Financial Times recoge el diagnóstico del almirante Radakin sobre la situación actual del conflicto, del que apunta que no es cierto que Kiev esté avanzando lentamente, si bien apunta que el impulso principal de la contraofensiva ucraniana aún está por llegar. El almirante Radakin reconoce que Kiev “está probando múltiples hachas y fintas” para encontrar el modo de romper las defensas rusas. “¿Cómo tomas una línea del frente que tiene más de mil kilómetros de largo y la conviertes en un problema mayor para Rusia que para Ucrania?”, se pregunta.

Campos de minas

Las dificultades ucranianas en esta campaña, añade el alto mando británico, se deben sobre todo a los campos de minas rusos, que han resultado más tupidos de lo previsto; a la falta de cobertura aérea, y a que Kiev no ha recibido todo el equipo militar que precisa.

En todo caso, destaca “Rusia es tan débil que no tiene fuerza suficiente” como para emprender su propia contraofensiva.