
Choque diplomático
"¿Por qué no lleva traje?": la inoportuna pregunta de un periodista que descentró a Zelenski (y alteró el curso de la guerra)
La intevención de un reportero afín a Trump en el Despacho Oval descompuso al presidente ucraniano, que ya había soportado previamente el mismo comentario sarcástico de Trump

Hay preguntas de los periodistas que cambian la historia. Por ejemplo, la que el 9 de noviembre de 1989 formuló el reportero de la agencia italiana ANSA Riccardo Ehrman al portavoz del gobierno de la RDA, Günter Schabowski, sobre el momento en el que entraría en vigor una disposición para permitir el paso por el muro de Berlín. La errónea respuesta del gris funcionario comunista ("de inmediato") generó el tsunami humano que acabó por derribar el telón de acero.
O la pregunta que la periodista Helen Thomas planteó a un acorralado Richard Nixon sobre el Watergate ("Señor presidente, ¿está diciendo que el pueblo estadounidense debe aceptar su palabra sobre el caso Watergate?") que acabó por minar la poca credibilidad que le quedaba el inquilino de la Casa Blanca. O las que tantos y tantos periodistas formularon en acontecimientos tan trascendentales como la guerra de Irak, la crisis de los misiles en Cuba o incluso el escándalo de Bill Clinton con Monica Lewinsky.
A la nómina de preguntas que traen consecuencias políticas se ha añadido este viernes una que no pasará a la historia por su trascendencia ni por la sagacidad de su autor, pero sí, posiblemente, por el efecto dominó que ha traído consigo.
Ocurrió en la inaudita escena vivida en el Despacho Oval y su autor es un periodista de nombre Brian Glenn, reportero de una cadena de televisión en streaming llamada Real American´s Voice conocida por estar alineada ideológicamente con Trump y por haber dado pábulo a algunas de las teorías conspiranoicas que más éxito han tenido, como el robo electoral en las elecciones de 2020 o la pandemia del covid.
Glenn fue el encargado de rematar un balón que había lanzado minutos antes el propio anfitrión. La escena comienza a las puertas de la Casa Blanca, cuando Trump recibe a su homólogo ucraniano con un comentario irónico que repite en voz alta ante los periodistas:
-¡Viene muy elegante! - le espeta Trump a Zelenski en alusión a su traje oscuro con aire militar.
La mueca con la que el líder ucraniano recibe el sarcástico comentario augura que no ha encajado bien el golpe, quizás porque, recién salido del coche oficial, es lo último que un presidente de un paìs en guerra se puede esperar de su anfitrión (a menos que sea Donald Trump)
Una vez sentados en el traje oval, Donald Trump da paso, con un gesto de su mano, a un periodista al que no se le ve pero sí se le escucha:
- ¿Por qué no se ha puesto un traje? -le espeta el reportero Brian Glenn entre las risas de algunos de sus colegas.
- ¿Qué? -pregunta con gesto sorprendido Zelenski.
- ¿Está usted en el nivel más alto del poder de este país y se niega a llevar un traje? ¿Tiene uno?
- Sí, sí, sí tengo.
- A muchos estadounidenses les molesta que no respete la dignidad de este despacho.
- Me pondré uno cuando acabe esta guerra. Sí, tal vez me ponga uno como el suyo. O quizás algo mejor, no lo sé. Ya veremos, tal vez algo más barato. Gracias. Sí, tal vez más barato - responde Zelenski, con gesto muy serio, primero mirando al suelo y luego dirigiéndose directamente al periodista
A partir de ahí, el desastre diplomático total. Acorralado por Trump y por su vicepresidente Vance, Zelenski entró en un esperpéntico enfrentamiento que acabó con el huésped invitado a abandonar la Casa Blanca en medio del estupor de medio mundo.
Horas después del abrupto final de la cumbre, el propio Glenn presumió ante sus contertulios entre risas y bravuconadas, al más puro estilo canal de directos de internet, de su hazaña, según la reconstrucción que hizo Noticias Cuatro. El periodista se había cobrado una pieza sin valor informativo alguno pero que a partir de ese momento condicionó toda la reunión.
Lo cierto es que el análisis reposado de la secuencia de imágenes demuestra que fueron las alusiones a su vestimenta las que torcieron el gesto de Zelenski que, a partir de ese momento, entró en una guerra dialéctica con Trump de la que ha tenido que salir este martes claudicando, tendiendo la mano al presidente y proponiendo una tregua parcial.
Sin la provocativa pregunta el tono de la conversación habría sido otro. Y Zelenski habría salido de la Casa Blanca igualmente derrotado, pero no humillado.
✕
Accede a tu cuenta para comentar