Tercer ataque conjunto

EE UU y Reino Unido no perdonan a los hutíes: bombardean 36 objetivos militares en Yemen

Los rebeldes proiraníes reconocen hasta 48 ataques de la coalición en distintos puntos de Yemen y aseguran que los bombardeos “tendrán respuesta y castigo”

Dos días después de su mayor operación militar en tres meses en la región contra la Guardia Revolucionaria y fuerzas proiraníes en distintos puntos de Siria e Irak, Estados Unidos, con el apoyo de Reino Unido, volvió en las últimas horas a golpear a los hutíes, grupo insurgente con fuertes vínculos con Teherán que controla las zonas más pobladas de Yemen. Los rebeldes vienen atacando intereses navales israelíes y estadounidenses en aguas del mar Rojo desde mediados de octubre en represalia por la operación de las Fuerzas de Defensa contra Hamás en la Franja de Gaza.

Según el Comando Central de EEUU (CENTCOM), las fuerzas estadounidenses y británicas golpearon “de manera proporcionada” hasta 39 objetivos en 13 puntos en torno a la medianoche del sábado. Los bombardeos contaron con el apoyo de Australia, Bahréin, Canadá, Dinamarca, Países Bajos y Nueva Zelanda, países integrantes de la coalición liderada por Washington para tratar de neutralizar la amenaza hutí.

“Los bombardeos tuvieron como objeto degradar las capacidades de los hutíes con las que continúan atacando ilegalmente barcos de Estados Unidos y el Reino Unido, así como el comercio internacional en el mar Rojo, el estrecho de Bab al Mandeb y el golfo de Adén”, según la nota difundida por el CENTCOM. Además de los bombardeos del sábado, las fuerzas estadounidenses y británicas reportaron haber destruido en la mañana del domingo un misil antibuque que estaba “preparado para ser lanzado contra barcos en el mar Rojo”.

Aunque las autoridades militares estadounidenses no concretaron la ubicación de los ataques aliados, los portavoces hutíes admitieron que la capital yemení, Saná, fue uno de los lugares golpeados. Según los insurgentes proiraníes las fuerzas estadounidenses y británicas llevaron a cabo un total de 48 ataques en distintas demarcaciones administrativas tales como Hajjah (noroeste), Dhamar (este), Al Bayda (centro), Taiz (suroeste) y Al Hudeida, además de la capital.

“Los ataques tendrán respuesta y castigo”, zanjó un portavoz de los rebeldes yemeníes, que se enfrentan desde 2015 por el control total de Yemen contra una coalición internacional liderada por Arabia Saudí. Más contundente fue el oficial hutí Naser al Din Amer, quien en su cuenta en X aseguró que “o cesa la agresión contra Gaza o habrá una guerra hasta el día del juicio final”.

Al ser preguntado este domingo por la posibilidad de un ataque estadounidense en suelo iraní, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca Jake Sullivan evitó descartarlo: “No voy a entrar en lo que hemos descartado o no desde el punto de vista militar, [pero] lo que diré es que el presidente está decidido a responder obligatoriamente a los ataques contra nuestra gente”. “El presidente no quiere una guerra más amplia en Oriente Medio”, insistió, con todo, Sullivan en una idea expresada en varias ocasiones por el propio Biden. El asesor de Seguridad Nacional reiteró, como también había hecho en la víspera el mandatario estadounidense, que habrá más ataques contra milicias apoyadas por Irán en la región. El pasado 28 de enero un ataque con drones reivindicado por Resistencia Islámica de Irak, una amalgama de fuerzas leales a Teherán, en un puesto de avanzada aliado en territorio jordano fronterizo con Siria costó la vida a tres miembros de servicio de Estados Unidos y dejó varias decenas de heridos.

Apoyo de Teherán

Por su parte, desde Teherán las autoridades iraníes, patrocinadoras del grupo rebelde chií -los insurgentes comparten vínculos religiosos con la República Islámica—, salieron este domingo en su defensa, aunque hasta ahora siempre marcando distancias y eludiendo responsabilidades. El portavoz del ministro de Exteriores iraní Nasser Kanaani condenó los ataques de la coalición asegurando que, “en su apoyo total a los crímenes de guerra del régimen sionista con sus acciones militares en toda la región, Estados Unidos y Reino Unido extienden el caos, el desorden, la inseguridad y la inestabilidad”.

La ofensiva de los hutíes contra buques israelíes o estadounidenses en el mar Rojo ha causado ya un grave perjuicio contra el comercio internacional en una de las rutas marítimas principales del mundo, y ha encontrado desde el pasado 12 de enero hasta tres rondas de bombardeos conjuntos de las fuerzas estadounidenses y británicas -aunque Washington ha llevado a cabo varios bombardeos más contra puntos de lanzamientos de misiles en las últimas semanas.