Rusia tira de talonario para reclutar a soldados extranjeros en una "brigada especial" contra Ucrania

El Ejército ruso está difundiendo en los últimos días anuncios en inglés con los que quiere reclutar a soldados extranjeros para una “unidad especial” que quiere montar en esta nueva fase de la guerra de Ucrania, en la que parece estar ganando terreno en algunas zonas.

El más reciente de estos anuncios, del que se hace eco el Ministerio de Defensa del Reino Unido, ofrece como reclamo para unirse a la lucha un salario mensual de 2.200 dólares (2.069 euros), una cantidad muy elevada para la economía rusa.

Además, estos privilegiados soldados tendrían otras prerrogativas respecto al común de la tropa, ya que obtendrían un pago inicial de otros 2.000 dólares, el pasaporte ruso, servicio médico gratuito y entrenamiento militar.

Según explica la inteligencia británica, este reclutamiento online comenzó a finales del pasado año entre los países limítrofes con Rusia, en especial Armenia y Kazajistán, con la promesa de un salario mensual de 1.953 dólares y otros 5.140 en el momento de la incorporación a filas. Ahora se quiere extender a soldados de otros países ante la evidencia de que Ucrania está movilizando también nuevos soldados.

“Durante el año 2023 Rusia ha estado también reclutando soldados entre los migrantes asiáticos y más recientemente ha habido informes de nuevos reclutas procedentes de India y Nepal que han sido enviados al frente de Ucrania”, informa el organismo británico.

Otra cosa, advierten los expertos de inteligencia, es la formación y la capacidad militar que tengan los nuevos integrantes de la tropa rusa. “Es probable que muchos de ellos no sean soldados profesionales sino trabajadores inmigrantes y que hayan sido forzados a unirse a la lucha con falsas promesas o incentivos económicos”, sostiene el informe.

“El número de soldados extranjeros en las fuerzas armadas rusas es probable que sea bajo y no estén integrados en una unidad especial -como ocurriría ahora- sino en las unidades comunes -concluye el informe de la inteligencia británica-. Rusia intenta evitar el impopular reclutamiento entre sus ciudadanos y por eso explora nuevas vías”.