Señal a los mercados

–¿Por qué ahora se firma este preacuerdo?

–Argentina cambió la posición negociadora que tenía con respecto a la Administración de Cristina Fernández sobre la deuda impagada. El presidente Macri ha hecho una propuesta más generosa a los llamados «holdouts» que la ofrecida por su antecesora porque el país necesita recuperar acceso a la financiación exterior, y eso no se puede lograr mientras este conflicto siga vigente.

–¿Qué cantidad tendrá que pagar el Gobierno a todos los acreedores?

–Argentina planea pagar en efectivo a los «fondos buitre», y para ello el Gobierno ha dicho que va a emitir bonos por valor de 15.000 millones de dólares. Eso es lo que le costaría cerrar todas las deudas en todas las jurisdicciones, no sólo en Estados Unidos.

–El acuerdo con los «fondos buitre» tiene que ser aprobado por el Congreso. ¿Logrará el presidente el apoyo?

–El Congreso tiene que derogar dos leyes para aplicar este acuerdo. Macri no tiene mayoría en el Congreso, así que necesita en la Cámara de Diputados los apoyos del bloque de Sergio Massa y de una escisión del peronismo. En el Senado, es imposible que prospere esta medida sin el apoyo del kirchnerismo, pero se espera que muchos gobernadores de provincias hagan presión sobre los legisladores porque hay provincias que necesitan que el Estado central les transfiera fondos para hacer frente a los pagos. Si Macri no consiguiera el apoyo, el Gobierno tendría que hacer un ajuste fiscal muy drástico.

–¿Está siendo Macri muy crítico con la herencia recibida del Gobierno kirchnerista?

–No, el Gobierno quiere cumplir una de sus prioridades, que es la de fomentar la unión entre los argentinos, cerrar lo que algunos han llamado «la grieta», que dividió a ciertos sectores de la sociedad.

*Investigador en el Programa de Estudios para América latina de Universidad Católica Argentina