Colombia

Jaramillo pide un gran consenso político en Colombia para encarar la transición hacia la paz

Jaramillo en el ciclo de conferencias Tribuna Americana Efe- Casa de América
Jaramillo en el ciclo de conferencias Tribuna Americana Efe- Casa de Américalarazon

El Alto Comisionado para la Paz en Colombia asegura que las FARC “tienen dinero guardado” pero no se han detectado cuentas en Suiza"

El Alto Comisionado para la Paz en Colombia, Sergio Jaramillo, ha asegurado hoy en Madrid que “las FARC tiene dinero guardado en algunos lugares” si bien matizó que las investigaciones sobre “fabulosas cuentas de dinero en Suiza no han dado resultado”. Jaramillo, que ha participado en el ciclo de conferencias Tribuna Americana Efe- Casa de América, negó que el Gobierno de Juan Manuel Santos esté entregando el país a la guerrilla en La Habana, donde se llevan a cabo las negociaciones de paz, tal y como critican algunos sectores opositores, y aunque dijo no saber cuándo se firmarán los acuerdos con las FARC mostró su esperanza de que sea “en los próximos meses”.

Jaramillo, considerado el principal estratega de seguridad del Gobierno colombiano y hombre clave en las negociaciones con la guerrilla, reconoció que aún quedan pendientes asuntos técnicos en la recta final del proceso, pero admitió que el final de las negociaciones y de la firma del acuerdo es una decisión que depende ahora mismo de las FARC. A juicio del representante del Gobierno colombiano, cada día “es más necesaria” la refrendación del futuro acuerdo por parte de la sociedad colombiana porque, según dijo, se tiene la percepción en el país de que el proceso de diálogo con la guerrilla se ha llevado a cabo en La Habana sin la participación de los colombianos, “que tendrán la última palabra” sobre lo que se pacte con las FARC gracias el mecanismo de consulta previsto, “que será una manera de construir una base social” para implementar lo acordado.

Tras casi cuatro años desde que se iniciaron los contactos entre Gobierno y guerrilla, se han alcanzado acuerdos en materias clave, algo hasta ahora nunca logrado en los anteriores procesos de paz en Colombia. Los más importantes han sido sobre el problema agrario, la participación política de las FARC, la eliminación de los cultivos de cocaína, la reparación a las víctimas y la justicia transicional. Este último punto, quizá el más controvertido, ha levantado suspicacias entre los enemigos políticos del Gobierno, que consideran que los guerrilleros que han cometido crímenes de lesa humanidad gozarán de impunidad.

Jaramillo recordó que todos los que confiesen ante un tribunal especial sus crímenes cumplirán una condena de restricción efectiva de libertad con un máximo de ocho años de castigo. Sobre la desafección que más de la mitad de los colombianos muestran ante proceso de paz, dijo que es algo comprensible después de tantas negociaciones fracasadas en el pasado. Reconoció que el actual proceso haya podido perder apoyo, pero se mostró confiado en que una vez que se rubrique el pacto entre las dos partes “esta situación cambiará”. También dijo que el futuro tras la firma de paz será un camino difícil y recordó que el conflicto armado con las FARC, que dura ya más de 50 años, ha dejado a casi todos los colombianos tocados por la violencia.

El Alto Comisionado para la Paz en Colombia explicó que uno de los retos más importantes es la construcción de consensos políticos para construir la transición colombiana hacia la paz, en un claro guiño a la posición del uribismo (en referencia al partido político del ex presidente colombiano Álvaro Uribe), contrario a cómo el Gobierno ha negociado con la guerrilla. En este sentido, Jaramillo apeló al espíritu de la transición española en presencia del ex presidente Felipe González, que acudió a la conferencia, para lograr unidad entre las fuerzas políticas colombianas. Ante las críticas sobre la duración de la negociación en Cuba, Jaramillo replicó que es mejor tener un buen acuerdo aunque tarde en llegar que firmar uno en seis meses y que sea malo. También se refirió al proceso de desmovilización de los paramilitares tras la Ley de Justicia y Paz como argumento para no repetir los errores del pasado y reconocer que sin una mayor integración territorial y si no se expulsa la violencia de la política, difícilmente se podrá construir una paz duradera. En este sentido, quiso recordar que en los últimos 30 años han sido asesinados en el país 175 alcaldes y 543 concejales. También remarcó que los acuerdos alcanzados hasta ahora estipulan que las FARC “tienen que romper su relación con el mundo de las drogas” y “reparar de manera concreta a las víctimas”, y que si no cumplen con estos dos requisitos, el Estado actuará para confiscar todos los bienes en manos de esta organización. Jaramillo se reunió ayer en Bruselas con los ministros de Exteriores de la UE para explicar la marcha del proceso, que siempre ha contado con el apoyo de Europa.

En este sentido, la Comisión Europea contribuirá con 70 millones de euros al fondo fiduciario para el post conflicto, que será complementado con las contribuciones de los Estados miembro y de otros donantes. Se espera, no obstante, que el fondo aumente una vez que se firmen el acuerdo de paz.