
Aviación
Sobrecostes y retrasos: el bombardero nuclear B-21 Raider provoca un agujero millonario en EE UU
La Fuerza Aérea estadounidense encargó la producción de 100 de estas aeronaves a la compañía

El B-21 Raider, el nuevo bombardero estratégico de largo alcance y sigilo del Pentágono, está generando más titulares por sus sobrecostes que por sus capacidades técnicas. El proyecto, concebido como el futuro pilar de la disuasión aérea nuclear estadounidense, ha provocado una pérdida de 477 millones de dólares para Northrop Grumman solo en el primer trimestre de 2025. La empresa atribuye el descalabro financiero a cambios en el proceso de producción del avión, así como al aumento del coste de los materiales.
Según informó la propia Northrop Grumman en un comunicado oficial, el ajuste en su línea de montaje busca incrementar el ritmo de fabricación de estas aeronaves de nueva generación, aunque ha implicado una reestructuración significativa. "Los mayores costos surgen principalmente como resultado de un cambio de proceso que realizamos para permitir una mayor tasa de producción, así como a aumentos en el costo proyectado del material, algunos de los cuales están relacionados con impactos macroeconómicos en los precios de los materiales", explicó la CEO de la compañía, Kathy Warden, en una llamada con inversores recogida por varios medios.
Warden admitió estar "decepcionada" por los resultados económicos, pero subrayó que el programa sigue avanzando con paso firme. "Estamos listos para entregar a la Fuerza Aérea este potente elemento disuasorio estratégico durante el trimestre", añadió. No es la primera vez que Northrop se enfrenta a pérdidas por este proyecto. El medio especializado en defensa The War Zone (TWZ) ya había informado previamente de una pérdida acumulada cercana a los 1.200 millones de dólaresen el programa B-21.
Así es el B-21 Raider
El B-21 Raider está diseñado para reemplazar progresivamente a los bombarderosB-1 Lancer y B-2 Spirit. Este nuevo modelo es capaz de portar tanto armas convencionales como nucleares, y destaca por su capacidad de penetrar defensas aéreas altamente sofisticadas.
En 2023, el primer prototipo, bautizado como Cerberus, realizó su vuelo inaugural. Actualmente, se encuentra en fase de pruebas, mientras que otros cinco modelos de preproducción están en distintas etapas de construcción. Paralelamente, Northrop Grumman continúa trabajando en la fase de desarrollo de ingeniería y fabricación (EMD), clave para la transición a una producción a gran escala.
Aunque el objetivo inicial era incorporar al menos 100 unidades, recientes declaraciones de altos mandos de la Fuerza Aérea recogidas también por TWZ elevan esa necesidad a 145 aparatos, ante las crecientes amenazas geopolíticas. Pese a que el plan original contemplaba su entrada en servicio en 2025, los plazos se han ido aplazando y no se espera contar con una flota operativa hasta bien entrada la próxima década.
✕
Accede a tu cuenta para comentar