Submarino nuclear
El submarino nuclear más avanzado del mundo completa sus primera pruebas en Estados Unidos
El nuevo submarino de ataque nuclear de Estados Unidos, el USS Massachusetts, ha superado sus pruebas de mar y está a un paso de unirse a la flota de ataque rápido del Pentágono
La hegemonía de Estados Unidos bajo las aguas del planeta se refuerza con la inminente llegada de una nueva y formidable arma submarina. Se trata del USS Massachusetts (SSN 798), un sumergible de ataque de propulsión nuclear diseñado para operar con un nivel de sigilo y una capacidad ofensiva que lo convierten en un nuevo y formidable activo estratégico para el Pentágono. Tras superar con éxito sus primeras pruebas de navegación, su incorporación a la flota activa es ya solo cuestión de tiempo. Esta capacidad es crucial en un momento de creciente tensión en los fondos marinos, donde la OTAN ya prepara planes para defender sus infraestructuras submarinas críticas ante posibles sabotajes.
De hecho, este navío no es un proyecto aislado, sino la punta de lanza de una ambiciosa renovación de la fuerza submarina norteamericana. El Massachusetts es la unidad número veinticinco de la clase Virginia, la generación de sumergibles que está llamada a reemplazar progresivamente a los veteranos de la clase Los Angeles, que durante décadas han sido la espina dorsal de la flota de ataque de Washington. Este esfuerzo no se limita únicamente a la flota sumergible, ya que la Armada de Estados Unidos ha creado otros 'monstruos' para dominar también la superficie.
En este contexto, la culminación de sus ensayos en alta mar representa un hito clave para un proyecto que fue bautizado oficialmente en mayo de 2023. Construido en los astilleros de Newport News Shipbuilding, una división de Huntington Ingalls Industries, su entrada en servicio es inminente, según detalla el medio Interesting Engineering, lo que consolidará las capacidades operativas de la Armada estadounidense en teatros de operaciones de todo el mundo.
El músculo tecnológico del nuevo titán de los mares
Asimismo, las especificaciones técnicas de este gigante de acero ponen de manifiesto la magnitud del avance tecnológico que representa. Su autonomía es prácticamente ilimitada gracias a su reactor nuclear, lo que le permite permanecer sumergido durante meses sin necesidad de salir a la superficie. Los modelos más modernos de la clase Virginia, como este, desplazan unas 10.200 toneladas, tienen una eslora de casi 141 metros y son capaces de superar los 46 kilómetros por hora, operados por una tripulación de 145 personas entre oficiales y marineros.
Por otro lado, la mejora más relevante de esta nueva versión reside en su potencia de fuego. La incorporación del llamado Módulo de Carga Útil de Virginia (VPM) aumenta de forma considerable su poder de fuego al añadir cuatro tubos de gran diámetro en la sección central del casco. Este sistema le permite transportar 28 misiles de crucero Tomahawk adicionales, transformándolo en una plataforma de ataque a tierra mucho más letal y polivalente que cualquiera de sus predecesores.