Defensa

Los submarinos nucleares ahora serán más potentes y todo gracias a sus nuevas baterías

La empresa australiana PMB suministrará su avanzada tecnología de baterías de níquel-zinc a los nuevos submarinos nucleares SSN-AUKUS, tras un acuerdo millonario con la británica BAE Systems para equipar la futura flota de la alianza anglosajona

El 'tiburón fantasma', el submarino inteligente más temido del momento podría surcar las aguas muy pronto
El 'tiburón fantasma', un avanzado submarino australianoAnduril

Australia se ha embarcado en uno de los proyectos de defensa más ambiciosos de su historia reciente: la construcción de su propia flota de submarinos de propulsión nuclear. Se trata de una colosal empresa industrial que busca reforzar la soberanía nacional y que se materializará en los astilleros de Australia del Sur. La gestión de este programa recaerá sobre los hombros del gigante británico BAE Systems y la compañía local ASC, que supervisarán cómo la flota será construida en el país desde la primera hasta la última pieza. Esta inversión sin precedentes responde a un entorno de seguridad global cada vez más complejo, donde figuras clave del sector de defensa alertan sobre la posibilidad de conflictos a gran escala con potencias como China o Rusia.

De hecho, estos futuros sumergibles, bautizados como SSN-AUKUS, son el resultado de un pacto de seguridad trilateral que vincula a Australia con el Reino Unido y los Estados Unidos. Aunque los submarinos se basarán en un avanzado diseño británico, su desarrollo supondrá un hito tecnológico para la región, ya que incorporará sistemas punteros procedentes de los tres países socios, creando una sinergia de capacidades sin precedentes en la zona. Este esfuerzo conjunto busca consolidar una disuasión estratégica en el Pacífico, especialmente ante la creciente exhibición de poder militar de potencias como China y sus últimas bombas nucleares.

En este sentido, toda maquinaria de esta envergadura necesita un corazón que la impulse con fiabilidad en las condiciones más extremas. La búsqueda de ese componente esencial ha llevado a la industria de defensa australiana a seleccionar una tecnología de baterías de vanguardia para sus nuevos buques, una pieza clave que determinará su rendimiento y autonomía en misiones de largo alcance bajo las aguas del Pacífico. Esta capacidad será fundamental para misiones de vigilancia y protección, en un momento en que la OTAN y sus aliados estudian cómo defender sus infraestructuras submarinas críticas de posibles sabotajes.

Un contrato clave para la nueva generación de sumergibles

Para ello, la empresa local PMB Defense Engineering ha firmado un acuerdo de gran relevancia con BAE Systems. El contrato, valorado en más de 34 millones de dólares australianos (unos 22 millones de dólares estadounidenses), asegura el desarrollo y suministro de las baterías para la flota y supondrá la creación de nuevos empleos cualificados, según ha informado el medio Interesting Engineering.

Por otro lado, la elección de la tecnología de PMB no ha sido casual. La clave de esta apuesta reside en la superioridad del sistema de níquel-zinc que la compañía ha perfeccionado, el cual ofrece casi el doble de capacidad energética que las tradicionales baterías de plomo-ácido, el estándar naval durante décadas. Esto se traduce directamente en un rendimiento muy superior bajo el agua, factor decisivo para la operatividad de un submarino nuclear.

Asimismo, PMB no es un recién llegado al complejo sector de la defensa naval. La confianza depositada en la empresa se fundamenta en su trayectoria como proveedor para la flota actual de sumergibles australianos, la clase Collins. Esta continuidad demuestra la solvencia de la industria local para asumir retos de una escala mucho mayor y consolida su papel como un socio estratégico fundamental en el proyecto AUKUS.