Carrera presidencial

Taylor Swift, ¿el as que se guarda Joe Biden para ganar a Donald Trump las elecciones?

El equipo de campaña del presidente de EE UU corteja a la estrella del pop Taylor Swift para conseguir en noviembre el apoyo de sus jóvenes fans

Los republicanos han desatado una campaña de desprestigio contra Taylor Swift y su novio, Travis Kelce
Taylor Swift AI ImagesASSOCIATED PRESSAgencia AP

 Taylor Swift es la estrella pop más grande del mundo. En 2023, la intérprete de Blank Space vendió más de cuatro millones de entradas a los conciertos de su gira «The Eras Tour», el proyecto que también llegó a las salas de cine y la convirtió en milmillonaria, según «Forbes». La ganadora del Grammy es una de las artistas más influyentes del planeta, según la revista «Time» y para la Casa Blanca no ha pasado desapercibido.

Altamente popular entre los jóvenes, la campaña electoral de Joe Biden busca sumarse al fenómeno «swiftie» (como se conoce a los seguidores de Swift) para movilizar a esa parte de la población que hoy está desencantada con la política. Así lo aseguran fuentes del diario «The New York Times», que explica cómo los asesores del demócrata se han acercado a varias celebridades y estrellas de redes sociales para promover sus políticas y figura en plataformas como Instagram o TikTok, donde se concentran la mayoría de estos usuarios. De hecho, recientemente hubo un primer acercamiento público con «influencers» en California en medio de un mitin de recaudación de fondos.

El objetivo de ensueño para la campaña Biden-Harris, cuenta el diario estadounidense, sería conseguir el respaldo de Swift, de 34 años, que, además de la sensación del pop, los medios últimamente la han convertido en una entusiasta de la NFL por su relación con el jugador Travis Kelce, lo que creen puede ser un nicho de audiencia todavía más grande y tradicionalmente menos liberal que el público acostumbrado a escuchar su música. Una suerte de paquete dos por uno que haría aumentar esa influencia.

La idea ha ido tan lejos que medios informan de cómo la posibilidad de llegar a los 279 millones de seguidores de Swift en Instagram ha hecho que el equipo de Biden inste a quienes desean trabajar en la campaña describir una estrategia que involucre la figura de Taylor Swift. Hay todo un buzón de sugerencias lleno y una idea que suena con mucha fuerza es llevar al mismísimo presidente a uno de los conciertos que la artista tendrá este verano.

Para la consultora política Ana Iparraguirre este tipo de estrategias no son nuevas y se han hecho siempre, particularmente en la primera elección de Barack Obama, cuando se juntaron celebridades demográficamente variadas. Sin embargo, «el poder de Taylor sobre los más jóvenes es algo casi nunca antes visto», asegura. Y explica que la Casa Blanca debe, si decide llevar al presidente a uno de esos conciertos, «ejecutar bien la idea para que no se vea forzada». «Podríamos hablar, por ejemplo, de que Biden asista con sus nietas en vez de solo», explica.

El poder de Swift no es para desmerecerse. Ya en 2020 la artista había elegido a Biden como su candidato en contra de la rabia de Donald Trump, que en su momento aseguró que la decisión de la compositora de «Love Story» hacía que «su música ahora me guste un 10% menos», dijo. Otra muestra de su poder político se evidenció el año pasado, cuando con una publicación en Instagram invitando a registrarse para estos comicios logró –según el «NYT»– 35.000 nuevos registros. Incluso el gobernador demócrata de California, Gavin Newsom, pidió directamente a Taylor involucrarse en la campaña. «Ella es única; lo que ha logrado haciendo que los jóvenes se interesen [en la elección] es profundamente poderoso», aseguró.

No está claro si Swift dará en esta oportunidad el apoyo explícito a alguno de los candidatos. Su «starpower» es sin duda mucho mayor ahora que, por ejemplo, en 2018, cuando se pronunció por primera vez sobre política al respaldar al candidato demócrata al Congreso por Tennessee. En ese momento, la autora de «Shake it off» se hizo eco de la letra de ese tema y «sacudió» la recomendación de su equipo, que no la quería intoxicada en las discusiones políticas. Taylor dijo que no podía quedarse callada viendo cómo un Estado que sentía tan cerca «votaba a alguien que no representaba los verdaderos valores de Tennessee».

En los últimos tres años de mandato, según las encuestas, Biden ha perdido parte de la fuerza que les llevó a derrotar a Trump en las elecciones de 2020. Entonces, se impuso con 81 millones de votos frente al republicano, que obtuvo 74 millones. Pero ahora los sondeos indican que el escenario puede ser más cerrado. En los últimos días, medios conservadores y políticos trumpistas han iniciado una campaña de desprestigio contra Swift, a quien ven como una amenaza indirecta. Se han inventado que Swift ha desempeñado un papel en las operaciones psicológicas del Pentágono para lavarle el cerebro a los votantes, y que ella y su novio, dos veces campeón de la Super Bowl, son activos clave en un complot secreto para ayudar a Biden, o que el éxito de los Chiefs (el equipo de Kelce) fue amañado como parte del plan para el partido del 11 de febrero en Las Vegas.