Irlanda
Un test de alcoholemia rutinario descubre en el aeropuerto de Dublín a un piloto borracho justo antes de despegar
El operario, que debía pilotar un avión de carga, tenía un nivel de alcohol “considerablemente superior” al permitido
Un avión de carga tuvo que ser inmovilizado en el aeropuerto de Dublín instantes antes de despegar después de que el piloto que iba a realizar el despegue diera positivo en un control de alcoholemia. El hallazgo se produjo después de que funcionarios de la Autoridad de Aviación Irlandesa (IAA, por sus siglas en inglés) subieran a la nave para verificar las licencias de los pilotos y garantizar que toda la documentación a bordo estuviera en regla.
El suceso se produjo el pasado 17 de septiembre, pero no ha sido hasta ahora cuando se ha hecho público. Según informa el diario británico The Mirror, en el proceso rutinario que llevaron a cabo los funcionarios de la IAA dentro de la aeronave se realizaron pruebas de alcoholemia habituales a los miembros de la tripulación.
Uno de los pilotos del vuelo no pasó la prueba, mostrando niveles de alcohol claramente superiores a los permitidos legalmente. El avión fue puesto en tierra inmediatamente y se le impidió despegar, y el piloto fue expulsado de la aeronave. Posteriormente, se le revocó la licencia.
«Los inspectores de la IAA dieron inmediatamente la orden de que la aeronave no despegara y ordenaron que se retirara al piloto de la cabina y se le impidiera operar la aeronave”, señala un comunicado de la IAA.
Los pilotos deben cumplir con normas de alcoholemia mucho más estrictas que, por ejemplo, los conductores en las carreteras del Reino Unido. El límite para los pilotos en el Reino Unido es de 20 mg de alcohol por cada 100 ml de sangre, lo que representa una cuarta parte del límite actual de alcoholemia al volante en Inglaterra (80 mg/100 ml). La mayoría de los países tienen un límite de alcoholemia similarmente bajo.
Las autoridades de aviación generalmente recomiendan que en el momento del despegue hayan transcurrido al menos ocho horas desde la última ingesta de alcohol.