Guerra de Ucrania
Ucrania acusa a Rusia de planear volar la central nuclear de Zaporiyia
La inteligencia ucraniana alerta de que los soldados rusos han colocado explosivos en el techo de dos reactores nucleares
El peligro de un incidente radiactivo se ha convertido en el tema principal de la discusión entre Volodimir Zelenski y la cúpula militar del país después de que las Fuerzas Armadas de Ucrania advirtieran oficialmente sobre la “posible preparación” de una “provocación” en la central nuclear de Zaporiyia, ocupada por Rusia desde el 4 de marzo de 2022.
Según la declaración del Estado Mayor General del Ejército de Ucrania, se colocaron “objetos similares a artefactos explosivos” en el techo exterior del tercer y cuarto reactores nucleares de la estación. Los militares advirtieron que los rusos podrían usar los explosivos para acusar a Ucrania de bombardear la estación.
De hecho, el medio estatal ruso RIA Novosti acusó a Ucrania de preparar un ataque contra la estación con “armas de alta precisión y drones suicidas” el 5 de julio, algo que al final no sucedió.
En respuesta, Zelenski llamó al mundo a reaccionar ante la amenaza de provocaciones que los rusos pueden cometer en Zaporiyia. “Desafortunadamente, no hubo una respuesta oportuna y de gran escala al ataque terrorista contra la planta hidroeléctrica de Kajovka.Y esto puede inspirar al Kremlin a hacer un nuevo mal”, dijo en un tradicional discurso a la nación.
Zelenski subrayó que es un deber de todos en el mundo prevenir esta acción. “Nadie puede quedar fuera, porque la radiación no deja fuera a nadie”, subrayó.
“Rusia desplegando personal militar, instalando fortificaciones en al menos tres reactores, colocando explosivos en la estación amenaza directamente con un incidente nuclearen la estación de energía atómica más grande de Europa”, reiteró un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores del país.
Una misión de vigilancia del OIEA está presente en la estación. Según el director general de la organización, Rafael Grossi, inspeccionaron partes de la instalación en los últimos días y hasta el momento no han encontrado explosivos. Sin embargo, solicitaron los accesos adicionales necesarios para confirmar la ausencia de explosivos en la instalación, en particular a los techos de las unidades 3 y 4 del reactor, así como a las salas de turbinas y algunas áreas del sistema de enfriamiento de la estación.
Es el sistema de refrigeración el que, según la advertencia de la inteligencia militar de Ucrania de junio, también está minado.
“Nuestros expertos deben poder verificar los hechos en el acto. Sus informes independientes y objetivos ayudarían a aclarar la situación actual sobre el terreno”, subrayó Grossi, quien aseguró que la organización se mantuvo “extremadamente alerta” a la situación en la central nuclear y que no era hora de “relajarse”.
Debido a la amenaza potencial, se han formado equipos especiales de especialistas en energía, trabajadores de emergencia, policías y médicos en todo el país y se han realizado simulacros de respuesta a emergencias en algunas regiones.
La estación ocupada solía ser responsable de casi una cuarta parte de la producción de electricidad en Ucrania, pero dejó de generar electricidad en septiembre como consecuencia de los bombardeos regulares, que dañaron las líneas eléctricas que la conectan a la red eléctrica.
Requiere electricidad para mantener los reactores refrigerados. Su personal ha tenido que depender de generadores de energía diésel de respaldo en varias ocasiones para evitar que los reactores se derritan. El drenaje del cercano embalse de Kajovka también ha elevado los riesgos para la estación al destruir la fuente de agua más fácil de alcanzar necesaria para enfriar los reactores.
La estación sigue siendo atendida por personal ucraniano, pero está efectivamente controlada por Rusia con alrededor de 500 combatientes presentes en la instalación, según la inteligencia militar de Ucrania.
El temor de que Rusia decida dañar la estación de una forma u otra es palpable en Ucrania, especialmente después de que decenas de personas murieron y miles perdieron sus hogares en las inundaciones provocadas por la destrucción de la presa de Kajovka. Una de las preocupaciones es que Rusia decida volar la central si sus fuerzas son expulsadas por la contraofensiva en curso, con la línea del frente a sólo unos 80 kilómetros de la ciudad de Energodar donde se encuentra.
El general ucraniano Oleksiy Gromov subrayó el miércoles que Rusia había creado una línea de defensa de varios niveles en los territorios ocupados, alcanzando de 10 a 40 kilómetros de profundidad. Obviamente, dijo, estas defensas, que incluyen una gran cantidad de explosivos, provocan pérdidas de equipos del Ejército de Ucrania. Se están planificando más entregas del equipo capaz de avanzar a través de estas defensas.
Al mismo tiempo, aunque algunos equipos modernos proporcionados por los socios han resultado dañados, los soldados ucranianos comentan que la calidad de vehículos blindados, como el vehículo de combate de infantería Bradley y los tanques Leopard, garantizan que su personal esté mucho mejor protegido. Según el sargento jefe de la brigada 47 del ejército ucraniano Valerii Markus, su brigada ha perdido menos del 2% de sus soldados en más de un mes de la contraofensiva en Zaporiyia, un resultado mucho mejor de lo esperado.
Ucrania también ha seguido apuntando a los depósitos de municiones de Rusia más allá de la línea del frente con poderosas explosiones sacudiendo Makiivka el lunes por la noche. Mientras tanto, Rusia apunta a ciudades y pueblos ucranianas menos protegidos con tres personas fallecidas en un ataque con los drones “suicidas” iraníes en Sumy el lunes y 43 civiles heridos en el ataque con misiles contra Pervomaiske en Jarkiv el martes.
✕
Accede a tu cuenta para comentar