Durante la madrugada de este martes, las fuerzas ucranianas han atacado con explosivos el puente de Crimea, que conecta esta península ocupada con Rusia continental, en una operación especial del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU).

Desde el SBU aseguraban que llevaban planeando el ataque contra esta infraestructura crucial rusa desde hace varios meses. Para dañarla, varios agentes minaron los soportes del puente y logaron, a las 04:44 horas de este martes, activar el primer artefacto explosivo, sin causar víctimas civiles.

"Los soportes submarinos de los pilares sufrieron graves daños en la base, a causa de la explosión, equivalente a de 1.100 kilogramos de TNT", compartía le SBU a través de su canal de Telegram. Añadían además que "el puente se encuentra en estado de emergencia".

El teniente general Vasyl Malyuk, actual jefe del SBU, se encargó personalmente de supervisar y coordinar la operación. Es la tercera vez que las fuerzas ucranianas consiguen realizar un ataque contundente contra el puente de Crimea, como ya hicieron en 2022 al comienzo de la invasión rusa y más tarde durante el verano de 2023.

Desde el SBU consideran que esta construcción es una "instalación rusa ilegal que no tiene cabida en nuestro territorio", de la que se valen sus agresores como "arteria logística para abastecer a sus tropas". Por lo tanto, alegan, se trata de "un objetivo absolutamente legítimo".

"Crimea es Ucrania, y cualquier manifestación de ocupación recibirá nuestra firme respuesta", señalaba el teniente general. El centro de información sobre tráfico vial, citado por las agencias rusas de comunicación, confirmaba este martes que "La circulación por carretera en el puente de Crimea ha sido suspendida provisionalmente".

Como compartía EuropaPress, las autoridades rusas no han aclarado por el momento los motivos de bloqueo, aunque este aclaró por más de tres horas. Pidieron a la población que no se publicaran imágenes en internet al respecto, según la agencia rusa Interfax.

El puente de Kerch ha sido un símbolo de la invasión y control de Rusia sobre la península de Crimea, anexionada ya en 2014 por las fuerzas de ocupación rusas. Debido a su importancia estratégica y su valor simbólico, ha sido un objetivo recurrente desde que se reanudó la invasión sobre el territorio ucraniano. En octubre de 2022 las fuerzas de Ucrania hicieron estallar un camión repleto de explosivos sobre el puente, y en verano de 2023 se valieron de vehículos marinos no tripulados para atacarlo.