Política

Venezuela

Un «boyscout» que admiraba a Ronaldo

La Razón
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Las dos caras de Venezuela. La de un adolescente inocente que intentaba ayudar a una joven herida y la de un policía sin escrúpulos, capaz de disparar a quemarropa a un niño. Kluivert Roa, de 14 años, estudiaba segundo año de bachillerato en el Liceo Agustín Codazzi, en San Cristóbal, en el Estado de Táchira. Momentos antes de ser asesinado, salía del centro educativo de camino a casa y se topó con la protesta de estudiantes contra el Gobierno de Maduro. Recibió un disparo en la región occipital que le causó la muerte minutos después. Kliver era miembro de los «boyscouts» de Venezuela, grupo que «tiene una orientación pedagógica profunda, dado que a través de la Promesa y la Ley Scouts, el niño y el joven establecen un patrón, unas normas de conducta y actitud ante la vida», puede leerse en la web de la organización.

De las imágenes subidas en su página de Facebook se desprende que el joven tenía una novia y le gustaba el fútbol. Era seguidor del Real Madrid y admirador de Cristiano Ronaldo, jugador que aparece en su «muro» con la bota de oro. Ahora, Kluivert Roa se ha convertido en un mártir. Pero también en un símbolo de lucha tras despertar una fuerte indignación contra el Gobierno chavista en todo el país. Esta muerte, al contrario de lo que pasó con los otros cinco estudiantes asesinados en los últimos días en Venezuela, tuvo numerosos testigos.

Un conmovedor testimonio compartido en las redes sociales narra los últimos momentos de vida del estudiante. Al parecer, el adolescente se acercó a socorrer a una chica herida durante las protestas. En ese momento aparecieron los agentes antidisturbios: «El niño no pudo entrar en una casa para esconderse y se metió debajo de un carro [coche]. Pero los policías se dieron cuenta, lo sacaron de debajo del carro y le metieron el tiro a quemarropa, un poquito por arriba de la nuca», señaló una de las testigos. A través de la red social Twitter, usuarios difundieron diversas imágenes de la madre del joven en la morgue. «¿Alguien me va devolver a mi hijo?», cuestionaba la mujer en el lugar mientras lloraba por la pérdida.

Otra imagen que se volvió viral fue la de un joven amigo de Kluivert, que con sangre en el pecho y en las manos se arrodillaba pidiendo justicia frente al piquete de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) que custodia la sede de la Gobernación. El padre de la víctima, Erick Roa, aseguró que su hijo «era un joven muy tranquilo, no le interesaba la política». Su asesino es un policía llamado Javier Osias Mora Ortiz. Tiene 23 años. En su perfil de Facebook, Mora ha compartido decenas de fotografías de su actividad como policía y demuestra que ha trabajado en varias manifestaciones para mantener el orden. Según la ministra del Interior, confesó que disparó al niño de 14 años con una escopeta de balas de goma. Sin embargo, el arma estaba cargada con perdigones. No hay que olvidar que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, autorizó a los antidisturbios a llevar armas de fuego durante las protestas.