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Un escándalo frena a Christie, promesa republicana para la Casa Blanca

Un escándalo relacionado con el corte de tráfico en un puente en Nueva Jersey (EEUU) amenaza con tambalear la hasta ahora fulgurante carrera del gobernador de ese estado, Chris Christie, considerado una de las promesas republicanas más sólidas para recuperar la Casa Blanca en 2016.

El asunto ha acaparado el interés nacional en EEUU, tras la divulgación el miércoles de una serie de correos electrónicos y mensajes de texto que sitúan la oficina de Christie en el epicentro de un caso de represalias políticas.

Los documentos prueban que el personal del gobernador estuvo implicado en el corte repentino, el pasado septiembre, de varios carriles del puente de Fort Lee, que une su estado con Nueva York, para provocar problemas de tráfico y vengarse así del alcalde de esa ciudad, el demócrata Mark Sokolich, por no haber apoyado a Christie en su campaña de reelección de 2013.

Christie se vio obligado ayer a salir al paso de la polémica que, desde hace 24 horas, copa todos los informativos y tertulias en EEUU, donde ya la han bautizado como "Bridgegate", aunque se limitó a decir, en un comunicado, que él no tenía conocimiento de la participación de su oficina en el corte del puente.

"Es inaceptable. Estoy indignado y profundamente entristecido al saber que no solo fui engañado por un miembro de mi oficina, sino que esta conducta totalmente inapropiada y no autorizada se hizo sin mi consentimiento", señaló el gobernador.

Hasta ahora, Christie había negado que su oficina o su campaña tuvieran relación con el caso, pero el contenido de los mensajes divulgados ayer le obligaron a retractarse puesto que no dejan lugar a duda de que hubo comunicaciones entre sus colaboradores y los responsables de los cortes.

"Hora de que haya algunos problemas de tráfico en Fort Lee", señaló en agosto pasado la jefa adjunta de gabinete de Christie, Bridget Ann Kelly, en un correo electrónico a David Wildstein, amigo del gobernador desde la época del instituto y que tenía un puesto destacado en la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey.

Pocas semanas después, en septiembre, varios carriles del puente George Washington, que une la ciudad de Fort Lee (Nueva Jersey) con el Alto Manhattan (Nueva York) fueron cerrados de forma repentina, lo que provocó una gran congestión del tráfico en el lado de Nueva Jersey durante cuatro días.

Inicialmente se adujo que la medida se había tomado para realizar un estudio sobre el tráfico, pero después surgieron las primeras acusaciones de que aliados de Christie en la Autoridad Portuaria habían lanzado una operación de represalia política.

De hecho, en diciembre, dos próximos al gobernador en la Autoridad de Puertos dimitieron por ese escándalo: Bill Baroni y el mencionado David Wildstein.

En este contexto, muchas voces destacadas en EEUU, entre ellas el propio The New York Times en su editorial de hoy, señalan que a Christie no le queda más remedio que dar explicaciones exhaustivas sobre lo ocurrido, puesto que su futuro como aspirante republicano a la Casa Blanca puede depender en buena medida de si sale ileso de este escándalo.