Crimen organizado

Un hijo de «el Chapo» pudo ser secuestrado en Vallarta

Las autoridades mexicanas atribuyen a una guerra entre cárteles la toma de seis rehenes en un balneario de la ciudad turística

Un policía vigila la entrada al restaurante La Leche en Jalisco (México), donde se produjo el secuestro
Un policía vigila la entrada al restaurante La Leche en Jalisco (México), donde se produjo el secuestrolarazon

Odiado y amado, en México se siguen la andanzas del «el Chapo» como las de un personaje de novela. Un bandido sanguinario que siempre agrega nuevas sorpresas a su biografía. Tras fugas, asesinatos y romances con modelos, ahora le tocó el turno a su hijo Iván Guzmán, quien podría haber sido secuestrado en un ajuste de cuentas. Las autoridades buscan identificar si este hijo del narcotraficante Joaquín Guzmán, encarcelado y en proceso de extradición a Estados Unidos, es uno de los seis hombres integrantes del cártel mexicano de Sinaloa secuestrado en el balneario mexicano de Puerto Vallarta.

«Estamos ya muy avanzados en la identificación de quién pudo haber ejecutado esta acción. Sin embargo, en este momento no estaré yo en condiciones de asegurar la identidad», insistió el fiscal de Jalisco, Eduardo Almaguer, que ha aludido a una organización delictiva que actúa en Jalisco y «que viene mutando» de nombre «en los últimos años».

A otras nueve mujeres se les habría permitido salir del restaurante La Leche. Ocho agresores armados llegaron a bordo de dos camionetas y se los llevaron, al parecer sin pegar un tiro.

Puerto Vallarta, uno de los principales puntos turísticos del país, se ubica en el estado de Jalisco, donde opera la organización criminal Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que en los últimos años se ha convertido en una de las principales amenazas a la seguridad del país. Esta organización, nacida en 2010, mantiene pugnas con el antiguo cártel de Sinaloa, que dirigía el legendario capo. El secuestro de su hijo sería una excelente moneda de cambio para los enemigos del narco. En Jalisco, así como en otros estados mexicano, ha habido un repunte de la violencia desde el pasado año, sobre todo en el número de homicidios, por primera vez en los cuatro años del mandato del presidente Enrique Peña Nieto.

«El Chapo» Guzmán se está volviendo loco, calvo y fármaco- dependiente por la «tormenta psicológica» que las autoridades de México le hacen vivir en la cárcel en que se encuentra recluido a la espera de su extradición a Estados Unidos, según reveló la pasada semana uno de sus abogados. «[El narco] no está en un spa, no está de día de campo. Está en una cárcel federal (...). Si se le está cayendo el pelo es propio de su edad», contestó un funcionario de prisiones, que precisó que el narcotraficante duerme siete horas seguidas cada noche.

El pasado marzo, el capo pidió a su defensa agilizar su extradición a Estados Unidos por encontrarse «desesperado» por no poder dormir. Sin embargo, poco después sus abogados presentaron recursos para evitar el traslado a territorio estadounidense.

«El Chapo» dejó en evidencia al Gobierno mexicano en julio del año pasado al escaparse por segunda vez de un penal de máxima seguridad. En esa ocasión, a través de un kilométrico túnel cavado bajo la ducha de su celda en El Altiplano, una cárcel a las afueras de Ciudad de México, donde fue recluido nuevamente tras su recaptura el 8 de enero, después de entrevistarse con el actor norteamericano Sean Penn. En mayo pasado, fue transferido inesperadamente a la cárcel de Ciudad Juárez.

La semana pasada, el Gobierno mexicano hizo pública una foto del narcotraficante en esa cárcel ante una fuerte ola de rumores en las redes sociales de que se había fugado por tercera vez.

Ahora en Estados Unidos y México se empieza a debatir cómo se repartirá la enorme fortuna amasada por Guzmán en sus décadas como capo del narcotráfico, una suma que las autoridades calculan en 21.000 millones de dólares. Según informa el periódico «Excelsior», dos cortes estadounidenses, una de Nueva York y la otra del estado de Illinois, reclaman parte del dinero decomisado fruto de las actividades ilícitas. El portavoz de la Embajada de Estados Unidos en México aseguró que la fortuna de «el Chapo» será repartida equitativamente entre ambas naciones.