Ataque terrorista

La violencia sexual como arma de guerra de Hamás

Los forenses hallan pelvis rotas, hematomas alrededor de los genitales y cortes en los cadáveres de las niñas, mujeres y ancianas israelíes asesinadas el 7 de octubre

 Israeli soldiers inspect a ruined house in Kibbutz Beeri, near the border with Gaza in southern Israel , 25 October 2023, where at least 130 Kibbutz members where killed by Hamas as militants launched an attack against Israel from the Gaza Strip on 07 October.
Israeli soldiers inspect a ruined house in Kibbutz Beeri, near the border with Gaza in southern Israel , 25 October 2023, where at least 130 Kibbutz members where killed by Hamas as militants launched an attack against Israel from the Gaza Strip on 07 October. ABIR SULTANAgencia EFE

Desde que comenzaron las labores de identificación de las víctimas, en el mismo día del atentado que cometieron Hamás y Yihad Islámica contra comunidades fronterizas israelíes, los trabajadores de emergencias y de respuesta rápida dijeron haber visto múltiples signos de agresión sexual en las veintidós localidades donde los atacantes islamistas invadieron.

Los signos incluían pelvis rotas, hematomas rodeando los genitales, cortes y desgarros. Las víctimas eran niños, adolescentes, adultos y también ancianos, mujeres en su mayoría, pero también hombres.

Entre las personas que recogen testimonios para identificar esos crímenes y llevarlos a la justicia internacional se encuentra Yael Vias Gvirsman, experta en derecho penal internacional y humanitario de la Universidad Reichman.

Vias Gvirsman representa a la familia de Shani Louk, la joven alemana israelí que fue secuestrada del festival musical Supernova. El día del ataque comenzó a circular un vídeo que mostraba a Louk inconsciente acostada en la parte trasera de una camioneta mientras los secuestradores la mostraban como un trofeo. Su familia no sabía si estaba viva o muerta ni en qué estado. «Su madre vio, como todo el mundo, su cuerpo arrastrado desnudo por el suelo, como humillación definitiva, y solo supo que estaba muerta el día 22. Imagínate la tortura todos esos días de incertidumbre», comparte la experta.

Guerra de hombres

El testimonio en vídeo de un testigo en el festival de música, mostrado a periodistas por la Policía israelí, detalla la violación en grupo, la mutilación y la ejecución de una víctima. Los vídeos de mujeres desnudas y ensangrentadas filmados por Hamás el día del ataque, y las fotografías de cadáveres tomadas en los lugares después, sugieren que las mujeres fueron atacadas sexualmente. Se cree que pocas víctimas sobrevivieron para contar sus historias y sus últimos momentos se están reconstruyendo a partir de los supervivientes, los recolectores de cadáveres, el personal de la morgue y las imágenes de los lugares de los ataques.

«Es un ataque deliberado y sistemático contra civiles. Eso cae en la definición de crimen contra la humanidad, y todos los crímenes incluidos en el ataque, la tortura, el asalto sexual, la mutilación, también difundir los vídeos, son elementos de este mismo ataque dirigido a civiles», explica Vias Gvirsman. «Y es perseguible en tribunales internacionales».

Dañar a la mujer como algo simbólico –simbólico para el agresor y para la sociedad, no simbólico para la víctima– viene de lejos, por lo menos desde la Grecia antigua. En los últimos tiempos lo hemos visto en Ucrania, Congo, Sudán, Ruanda, Darfur, Bosnia, Siria «e Israel ahora», añade la experta.

Si bien hay quien señala que tal vez esas violaciones no hayan sido algo consistente en el asalto de Hamás y también se ha criticado a Israel por no recoger pruebas para sostener los casos, quienes trabajan en ello explican que en los primeros días la magnitud del daño y la urgencia por identificar a los muertos precedió a esta también importante tarea. «Y sí, el ataque sexual es sistemático, hay pruebas de que así operaron en los veintidós lugares que asaltaron y que lo hicieron de modo simultáneo», dijo Yael.

«La información de los supervivientes y los testimonios de los atacantes de Hamás en interrogatorio muestran que hay un patrón de comportamiento. Decían “vamos a matarlos, pero antes los mancillamos”», explica la experta. La percepción de «mancillar» es solo a ojos del observador, indica ella.

Varios de los trabajadores en las zonas atacadas, tanto en el rescate de cadáveres como en su identificación, testificaron en una sesión de las Naciones Unidas sobre violencia sexual en el ataque terrorista de Hamás organizada por Israel en la sede de la ONU en Nueva York.

Allí, Simja Greyman habló sobre su experiencia como miembro de la organización ultraortodoxa de rescate de cuerpos Zaka, describiendo horribles escenas de mujeres con clavos y otros objetos clavados en los genitales, y Yael Rijert, superintendente de la Policía de Israel, compartió información recopilada durante la investigación de testigos que se hicieron los muertos y presenciaron violaciones en grupo, violaciones de cadáveres, violaciones y asesinatos simultáneos, mutilaciones de senos... Shari Mendes, una reservista dijo de los cadáveres de las mujeres soldados llegaron en «harapos ensangrentados o simplemente en ropa interior a menudo muy ensangrentada».

Hamás ha negado repetidamente las acusaciones de que sus combatientes cometieron violencia sexual durante el ataque, a pesar de las pruebas.

Entrenados y aleccionados

«Eran órdenes y estaban entrenados para hacerlo», dijo Vias Gvirsman. «Va en contra del islam y requiere un tipo especial de lavado de cerebro y de entrenamiento. Como sucedió con el Estado Islámico».

Hasta ahora decenas de rehenes han sido liberados como parte de una tregua entre Israel y Hamás y algunos también han mencionado abusos sexuales en los pocos testimonios que han salido a la luz. La emisora pública israelí, Kan 11, obtuvo y publicó un audio de uno de ellos diciendo: «Están tocando a las chicas y todo el mundo lo sabe».

Ahora mismo se cree que Hamás sigue manteniendo cautivas a varias mujeres de entre 20 y 30 años.

La letrada ha creado la iniciativa Justicia sin Fronteras con la que da voz jurídica a las víctimas y busca que los culpables rindan cuentas, especialmente en el exterior. «Las entidades que son cómplices con estos crímenes, a los coperpetradores, comandantes, financiadores, incitadores, todos esos andan libres por el mundo. Hamás no es Gaza, si fuera solo Gaza sería fácil».