Crónica

Hamás declara la guerra a Israel

El primer ministro Benjamín Netanyahu avisa: «Estamos en guerra. Ganaremos»

Con una inesperada operación por tierra y aire, Hamás ha declarado la guerra al Estado de Israel. Los terroristas lanzaron más de 5.000 proyectiles desde la Franja de Gaza contra territorio israelí e infiltraron hasta un millar de combatientes en el interior de Israel para atacar, cuerpo a cuerpo, a civiles desarmados en sus lugares de residencia. La agresión palestina, que los servicios de inteligencia israelíes no vieron venir, fue inmediatamente replicada por una ofensiva de las Fuerzas de Defensa israelíes, que continuaba golpeando objetivos de la organización terrorista en Gaza.

Medio siglo después de la guerra del Yom Kippur, y en medio de otra celebración religiosa, la de Simjat Torá, con los fieles judíos camino de las sinagogas, lo ocurrido en el sábado 7 de octubre anticipa una escalada de grandes dimensiones que culmina meses de violencia y puede tener consecuencias irreversibles para el escenario de Oriente Medio.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, fue explícito en su valoración de lo sucedido en la mañana del sábado: «Israel está en guerra. No es una operación militar ni otra ronda de combates, sino la guerra». «Nuestro objetivo principal es purgar la zona de fuerzas enemigas que se han infiltrado y restaurar la seguridad y la paz en las localidades que han sido atacadas», aseguró el jefe del Gobierno israelí. Además, Netanyahu, que regresó al cargo de primer ministro el pasado mes de diciembre, avisó de que «será necesaria una campaña prolongada y potente» en la conversación mantenida con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

El demócrata compareció desde la Casa Blanca en compañía del secretario de Estado, Antony Blinken, para condenar «el ataque terrorista de Hamás» y cerrar filas con Israel: «Estados Unidos nunca dejará de cubrirle las espaldas». Biden, que defendió hace unas semanas en la Asamblea General de la ONU la solución de los dos Estados, trasladó a Netanyahu todo el apoyo de su Administración «de militar a militar, de inteligencia a inteligencia, de diplomático a diplomático, para asegurarse de que Israel tiene lo que necesita».

Netanyahu, que invitó a los líderes de la oposición –Yair Lapid y Benny Gantz– a entrar en el Gobierno después del ofrecimiento de las principales fuerzas políticas de la Knesset a formar un gabinete de emergencia, prometió en la noche del sábado una venganza «por el día negro que han infligido a Israel y a sus ciudadanos». Dijo el primer ministro que «el Ejército utilizará inmediatamente todo su poder para desactivar las capacidades de Hamás» y que «reduciría a escombros sus escondites» en la Franja de Gaza: «Les golpearemos hasta la muerte».

Por su parte, Hamás, la organización que controla la Franja, confirmó estar detrás de la que bautizaron como operación Tormenta de Al Aqsa, «respuesta a la desacralización de la mezquita Al-Aqsa y la violencia de los colonos», además del lanzamiento de más de 5.000 cohetes desde Gaza a Israel y de haber secuestrado los cuerpos de decenas de soldados israelíes muertos en la frontera. En este sentido, Netanyahu lanzó una advertencia a la milicia palestina: «Le digo a Hamás: sois responsables del bienestar de los cautivos; Israel ajustará cuentas con cualquiera que les haga daño».

El comandante de las Brigadas de Al Qasam, brazo armado de Hamás, llamó además a los países árabes a «invadir» Israel. Además, el también grupo terrorista Yihad Islámica, asumía parte de su responsabilidad en la ofensiva: «Somos parte de esta batalla y nuestros combatientes luchan junto a sus hermanos de Hamás, hombro con hombro, hasta la victoria». El líder del buró político, Ismael Haniyeh, justificó el ataque sorpresa por los «daños» a la mezquita de Al Aqsa de Jerusalén y a la expansión de los asentamientos en Cisjordania.

Más de 200 civiles israelíes muertos

Hay que remontarse a la guerra del Yom Kippur para encontrar un balance de fallecidos semejante en una sola jornada en el lado israelí: el balance de la primera jornada de la guerra declarada en la mañana del sábado sobrepasa los 250 muertos y más de 1.000 heridos, según el Ministerio de Salud israelí. Asimismo, la respuesta de las fuerzas israelíes en Gaza e Israel se cobra ya a la vida de al menos 232 palestinos y deja 1.697 heridos, según el último recuento del Ministerio de Sanidad de Gaza.

Ataque sorpresa

Los medios israelíes daban cuenta el sábado de que la ofensiva de los terroristas palestinos pilló por sorpresa a los servicios de Inteligencia de Israel. En la mañana del sábado las Fuerzas Armadas declararon el estado de guerra e iniciaron una ofensiva aérea contra Gaza. El ministro de Defensa, Yoav Gallant, ordenó movilizar a reservistas y anunció «una situación de seguridad especial» dentro de Israel, «en un radio de cero a 80 kilómetros desde Gaza».

Fuentes del Ejército israelí admitían estar manteniendo combates en hasta 22 puntos a lo largo de la frontera entre Gaza e Israel. También desde el Ejército israelí se informó de haber frustrado una incursión de presuntos milicianos palestinos en la costa sur del país, así como una posible entrada de miembros de Hezbolá desde el norte.

Además, Cisjordania ha sido escenario de enfrentamientos en localidades como El Bireh, Qalandiya, Al Hadr y Hebrón. Entretanto, el Gobierno pedía a los colonos que se abstengan de desplazarse cerca de los asentamientos y a alejarse de los espacios públicos. Asimismo, se registraron enfrentamientos esporádicos en Jerusalén que han dejado varios palestinos heridos en los vecindarios de Shuafat, Al Isauiya, Silwan y el Monte de los Olivos. Por otra parte, fuentes del Ejército israelí confirmaban que sus fuerzas eliminaron a «decenas de terroristas» en el espacio marítimo de la costa sur cuando intentaban llegar en lanchas a suelo israelí.

Condena mundial a Hamás

Las reacciones verbales y los movimientos diplomáticos no se hicieron esperar en la jornada del sábado. A través de X, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, condenó «de manera inequívoca el ataque perpetrado por la organización terrorista Hamás contra Israel, que tiene el derecho de defenderse contra ataques odiosos como este». A través de un comunicado difundido por la Casa Blanca en la tarde del sábado, el propio mandatario estadounidense condenaba «inequívocamente este terrible asalto contra Israel por parte de los terroristas de Hamás desde Gaza». «Le he dejado claro al primer ministro Netanyahu que estamos preparados para ofrecer todos los medios adecuados para apoyar al Gobierno y al pueblo de Israel. El terrorismo no tiene justificación nunca», concluyó Biden.

De la misma manera, el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, condenó «enérgicamente los gravísimos ataques terroristas desde Gaza contra Israel. Sobrecogidos por esta violencia indiscriminada. Toda nuestra solidaridad con las víctimas». Por su parte, el enviado de Naciones Unidas para Oriente Medio Tor Wennesland afirmó que se trata de un «precipicio peligroso e insto a todos a retirarse del borde». En alto comisario para los Derechos Humanos, Volker Tuerk, recordó que «los civiles no deben nunca ser objetivos de ataques». Está prevista la convocatoria el domingo del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

En el otro lado, las autoridades iraníes reconocían a través de un asesor del ayatolá Jamenei –citado por la agencia semioficial ISNA— estar del lado de los «combatientes palestinos». «Les felicitamos. Estaremos junto a los combatientes palestinos hasta la liberación de Palestina y Jerusalén». Desde el Líbano, Hezbolá valoraba la agresión perpetrada desde Gaza por Hamás «como una respuesta decisiva a la continuada ocupación de Israel y un mensaje dirigido a quienes trabajan en la normalización con Israel».