Terrorismo

Los yihadistas justifican sus crímenes en Las Cruzadas y en la Reconquista culminada por los Reyes Católicos

El Estado Islámico difunde un panfleto para explicar las "razones históricas" de su actividad delictiva

Portada del panfleto del Estado Islámico publicada por su franquicia en Afganistán y Pakistán (ISPK)
Portada del panfleto del Estado Islámico publicada por su franquicia en Afganistán y Pakistán (ISPK)Redes

Los yihadistas tratan siempre de sumar argumentos que justifiquen sus actividades terroristas. Lo hacen desde postulados de victimización, religiosos e históricos. En este último capítulo de se incuye el contenido de un panfleto, que han publicado en sus redes sociales, en el que añaden a estas justificaciones la de Las Cruzadas. De paso, para que no falte de nada citan a los Reyes Católicos, por aquello de la pérdida de Al Andalus. “En la época preislámica, destrozaron la Biblioteca de Alejandría, y continuaron el legado de barbarie e ignorancia, ya que, por instrucción del malvado Papa Gregorio, los cruzados quemaron la biblioteca de Palestina y la de Trípoli. Y lo mismo hicieron en Andalucía, donde Fernando e Isabel incendiaron todas las obras musulmanas, y no solo destruyeron bibliotecas, sino que también reunieron todos los libros importantes y los utilizaron”. Es decir, que el legado árabe que se puede admirar en España no deja de ser un olograma, detrás del que no hay nada.

Por lo que se refiere a Las Cruzadas, señalan que todo el mundo, incluidos muchos musulmanes devotos, tiene miedo incluso de pronunciar la palabra yihad. Occidente ha realizado enormes esfuerzos para etiquetar la yihad como terrorismo, mientras que la Cruzada se celebra universalmente en forma de literatura, películas, videojuegos, etc. Ahora la yihad está pasando por una crisis de identidad y ha sido ridiculizada e intimidada por el llamado sistema occidental y moderno, y la razón detrás de tal humillación es que no estamos siendo fieles a nuestra obligación religiosa de la yihad”, aseguran.

“Es una época de oscuridad en la que los países musulmanes salivan por la amistad con los kuffar (infieles) por su apoyo y reconocimiento internacional. La yihad en el Islam implica luchar por la causa de Allah. Es obligatorio para los musulmanes alzar su voz y luchar contra la incredulidad la injusticia, la corrupción y la opresión cometidos contra los musulmanes, y esto solo es posible cuando estamos preparados y fuertes espiritual, mental y físicamente”, subrayan.

Recuerdan que, durante la primera Cruzada, la Ummah islámica estaba profundamente dividida, y aunque en términos de riqueza, recursos y educación estábamos muy por delante de los kuffar, nos apegamos demasiado a la comodidad y el lujo, y carecíamos de actividades físicas y preparación concreta para la Yihad”. “La Cruzada ha sido retratada erróneamente por los medios de comunicación occidentales como la guerra del cristianismo para recuperar su llamada Tierra Santa. Los europeos cristianos propagaron toda la situación como una orden divina de Dios y esto fue provocado por el malvado Papa Urbano II, quien animó apasionadamente a todos en Europa a una peregrinación armada a Jerusalén. La intención detrás de esta propaganda no era sagrada, sino que estaba motivada por la codicia y los celos, y en realidad, los salvajes bárbaros de Occidente estaban extremadamente celosos del mundo islámico porque claramente el Islam y la civilización musulmana eran mucho más superiores en términos de justicia, economía, educación, cultura e innovación”, aseguran.

“La gente de Occidente, incluidos los reyes, eran salvajes bárbaros y ni siquiera sabían cómo escribir sus propios nombres, mientras que en el mundo islámico era difícil incluso encontrar un campesino que no supiera leer y escribir. El cristianismo nunca inspiró el espíritu de aprendizaje, sino que lo robó y lo suprimió. indebidamente para materializar sus malvados objetivos”, continúan con un argumentario qoe no se sostiene y que tiene que ir dirigido, lógicamente, a personas poco formadas, fáciles de manipular.

“La guerra es el juego favorito del Occidente infiel, y la única forma en que saben cómo jugar este juego es a través de sus tácticas sucias y traicioneras. Aunque ahora estamos pasando por una situación similar a la de la primera Cruzada, pero hay una solución para cada situación terrible para esta Ummah, y la solución radica en seguir los pasos de los predecesores justos que trajeron de vuelta la gloriosa victoria en la segunda y tercera Cruzadas”, concluyen.