Corrupción en Ucrania

Zelenski reacciona a los nuevos casos de corrupción en Ucrania: «No toleraré el enriquecimiento personal ni la traición»

El presidente ucraniano interviene en la Rada para lanzar una advertencia tras las detenciones de un jefe de reclutamiento militar y un diputado

Ukraine's President Volodymyr Zelensky inspect guards of honor prior to his meeting with Czech President Petr Pavel (not in picture) at Prague Castle, in Prague.
Ukraine's President Volodymyr Zelensky inspect guards of honor prior to his meeting with Czech President Petr Pavel (not in picture) at Prague Castle, in Prague.STRINGERAgencia EFE

La cruzada contra la corrupción de Volodimir Zelenski no está consiguiendo el objetivo de erradicar uno de los problemas endémicos que arrastra Ucrania. Las recientes detenciones del comisario militar de Odesa, Yevhen Borysov, y del diputado prorruso Oleksandr Ponomaryov, envueltos en casos de malversación y traición, hicieron saltar las alarmas en Kyiv por las posibles implicaciones que pudieran tener en el apoyo de la Unión Europea y sus aliados en el marco de la invasión. Por eso, el presidente ucraniano se vio obligado a sobreactuar en su discurso nocturno del martes. «Nadie perdonará a diputados, jueces, comisarios militares ni a ningún otro funcionario que se pongan en contra del Estado. Cualquier traición interna o cualquier enriquecimiento personal desata, como mínimo, la furia», subrayó Zelenski.

Ucrania no tolerará el «enriquecimiento personal» ni la «traición» en los asuntos de Estado, insistió el presidente en alusión a los sonados casos de Borysov y Ponomaryov. La Agencia Nacional de Prevención de la Corrupción detuvo al primero de ellos, que dirigía hasta la fecha la oficina de reclutamiento militar de Odesa. Borysov está acusado de apropiarse de forma ilegal hasta 4 millones de euros en el ejercicio de sus funciones, con los que su familia habría adquirido propiedades en España, informa la prensa local. Por su parte, Ponomaryov, diputado desde 2019 de la Plataforma de la Oposición –ilegalizada por sus conexiones con Moscú–, está acusado de «traición» por colaborar con Rusia durante la invasión.

La Oficina Estatal de Investigación seguía la pista de Ponomaryov, quien solicitó y obtuvo la ciudadanía rusa en 2003, por nutrir de combustible, alimentos y otros suministros a las tropas rusas estacionadas en la localidad de Berdiansk, en el óblast de Zaporiyia. El diputado prorruso negoció con las fuerzas de ocupación en febrero del año pasado, antes de instalarse en los territorios controlados por Ucrania. El Tribunal de Distrito de Pechersk, en Kyiv, ha decretado para él prisión sin fianza para los próximos 60 días. Está a la espera de juicio por cargos de traición, pese a haber rechazado todas las acusaciones.

El jefe del Departamento de Control Interno de la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania, Roman Osypchuk, reconoce a LA RAZÓN que «es muy difícil planificar algo en el país durante la guerra» al ser preguntado por la lucha contra la corrupción que puso en marcha Zelenski a mediados del año pasado. Pero asegura que las diferentes agencias que combaten esta lacra tienen docenas de causas abiertas. A los casos de Borysov y Ponomaryov se han sumado esta semana los de Vadim Rabinovich y Yuriy Aristov.

La Oficina Estatal de Investigación ha acusado esta semana al oligarca Rabinovich, fundador y también exdiputado de la proscrita Plataforma de la Oposición, de «traición» por distribuir «información propagandística antiucraniana entre la población y los dirigentes políticos de los países de la Unión Europea». Al mismo tiempo, las autoridades registraron la residencia privada de Aristov por falsificar presuntamente documentos sanitarios para abandonar el país en plena invasión. El vicepresidente de la Comisión de Seguridad Nacional, Defensa e Inteligencia, y miembro del partido de Zelenski, Servidor del Pueblo, aprovechó el contexto para irse de vacaciones a las Maldivas con su familia, denuncia en su informe la Oficina Estatal de Investigación.

«Por desgracia, algunos piensan que la guerra está en algún lugar remoto. Como si la cúpula de la Verjovna Rada (Parlamento), las paredes de algunas oficinas o una lista de algunos poderes pudieran escudarse de la realidad. Permítanme advertir a todos los miembros del Parlamento, a los funcionarios y a todos los que trabajan como funcionarios», declaró Zelenski desde la tribuna del Parlamento. «Cuando uno se pasa días enteros buscando armas para el país, cuando la atención de todos se fija en si hay artillería, misiles y aviones no tripulados, se siente la fuerza moral que nuestros soldados han dado a Ucrania».

En su discurso, Zelenski dijo que no toleraría más a aquellos diputados que «por algún tipo de beneficio personal» se niegan a respaldar la legislación que exige Bruselas para poner en marcha el proceso de adhesión. «No quiero ver más negativas de este tipo. Nadie quiere ver eso. Ucrania no tiene más tiempo para eso», sentenció Zelenski, quien recordó que la integración de Kyiv en las instituciones comunitarias está supeditada al avance de las reformas sobre el Estado de Derecho y el combate contra la corrupción. El líder ucraniano instó en la Cámara a que se aprobaran «todas las leyes necesarias para reforzar la posición de nuestras tropas», así como «todas las leyes necesarias para que Ucrania inicie las negociaciones de adhesión con la UE».

Ucrania cuenta con varios organismos anticorrupción: la Agencia Nacional de Prevención de la Corrupción, que comprueba las declaraciones de los funcionarios; la Oficina Nacional Anticorrupción, que investiga los casos de funcionarios corruptos; y la Fiscalía Especializada Anticorrupción, que supervisa el cumplimiento de las leyes durante las actividades operativas de investigación. Pero no dan abasto. Exigen más personal y más recursos.