Parejas
¿Volver con tu ex?: el síndrome de la caca fría
Regresar con una persona que una vez te hirió jamás te hará crecer como persona. Sigue leyendo porque esto te interesa.
Enamorarse puede ser cuestión de química, suerte o hasta coincidencia, pero muchas veces los seres humanos confundimos el amor con todo lo que nos provoca alguna sensación positiva. Sin embargo cuando una relación de pareja termina, sentir anhelo, echar de menos y deseo por esa persona no debe confundirse con algo más. No extrañas realmente a esa persona, sino cómo te sentías cuando estabas junto a ella.
Pedir una segunda oportunidad después de haber terminado la relación es algo habitual, de hecho, la ciencia ha demostrado que son los hombres los que piden volver con sus exparejas con más frecuencia. El motivo es porque a ellos les cuesta más rehacer su vida después de una ruptura que a ellas.
Regresar con alguien que te hirió o a quien tú lastimaste sin piedad jamás te hará crecer como persona. “Volver a intentarlo” no suele funcionar casi nunca, porque si esa primera vez no lo hizo la segunda tampoco lo hará: las personas no cambian, por mucho que lo intenten: pueden aprender y evolucionar, pero jamás dejarán de ser ellas mismas.
Las relaciones rotas jamás vuelven a recuperar sus trozos, y al intentar reconstruirlas, quedarán siempre fisuras por donde el respeto y el amor se fugarán lentamente.Es mejor perdonar, aceptar y dejar ir, por muy difícil que nos parezca y mucho miedo que nos dé la soledad.
En el momento en el que el pasado vuelve a tu vida hay que ser lo suficientemente egoísta como para poder rechazarlo y decirle que no lo necesitas más. Tú eres el único que puede decidir cuantas oportunidades le puedes dar a una persona, pero el tiempo es limitado. Volver a caer una y otra vez en la misma piedra no te dará más que un sufrimiento que encima conoces bien. Destruir todo el trabajo que has hecho para reconstruir tu corazón y tu autoestima es triste e injusto para ti.
Las adulaciones, la compañía y el buen sexo te lo puede dar cualquier otra persona en el mundo, sin embargo, las heridas que ya te hicieron solo las puede reabrir una persona: tu ex. ¿No te parece que te mereces empezar una historia nueva en un folio limpio en vez de rehacer un guión lleno de tachones?
No confundas nostalgia con amor verdadero
Cuando pasa el tiempo tras una ruptura, los motivos reales por los que se terminó la relación se diluyen en nuestra memoria, y acabamos confundiendo la nostalgia de esos buenos momentos vividos con el amor verdadero. Y ahí empieza nuestro lío mental. No siempre quedan ascuas donde hubo fuego.
Según un estudio de la Universidad de Kansas, cuando se vuelve con un ex la ansiedad se dispara a la vez que la autoestima disminuye, porque nunca tenemos la certeza de que no volverán a cometerse esos errores que nos hicieron terminar la primera vez y también porque no sabemos si la otra parte está tan implicada como nosotros en esta nueva oportunidad. El motivo es simple: generalmente es una de las partes la que insiste a la otra para volver y ésta acaba cediendo por pesadez o porque no quiere sentirse solo.
En las segundas oportunidades la relación ya nace con un poso de miedo, y por lo general ambas partes se sienten menos comprometidas y menos dispuestas a hacer sacrificios por la otra mitad.
El síndrome de la caca fría
El sexólogo y escritor de “El maestro de alcoba” Sergio Fosela cuenta desde hace tiempo en sus terapias este cuento tan escatológico como esclarecedor:
“Hace un par de meses rompí con mi novia porque descubrí que me había engañado múltiples veces. Ayer me llamó por teléfono y me preguntó que si nos podíamos ver. Y le dije que sí. Fue raro, porque esa tarde lo pasamos genial juntos. Me di cuenta de que aún la amaba y la extrañaba.
Cuando llegué a casa, le conté a mi abuela sobre mi tarde con mi ex. Y lo que me dijo ha sido la cosa más sabia que he escuchado en mi vida:
- Oh cariño, ¡recuerda que rompiste con ella por una razón!
- Sí lo sé abuela, pero es que aún la amo.
- Por favor no te atrevas a padecer el viejo “Síndrome de la Caca Fría”.
- Uhmm… ¿qué es eso, abuela?
- Mira, el “Síndrome de la Caca Fría” es así: Cuando tu caca está aún calientita, puedes saber y oler que es caca, por lo tanto no te atreverías a acercarte a ella.
Por otro lado, cuando la caca se vuelve fría y dura, mucha gente puede pensar que es chocolate, y se atreven a probarla para luego descubrir de la peor manera que sigue siendo caca. Ella te engañó y no una, sino varias veces. Ella es caca, no chocolate.”
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