¿Cómo estás de autoestima? Descúbrelo con la escala de Rosenberg

La autoestima es una definición que se refiere a la valoración que tienen las personas sobre sí mismas. Por lo general, tener una alta autoestima refleja estabilidad psicológica, mientras que la autoestima baja se relaciona con inseguridad, depresión e inestabilidad emocional. En la actualidad, tener una buena autoestima y seguridad en uno mismo es una gran virtud que todos ansiamos.

El doctor y profesor de sociología de la Universidad de Columbia Morris Rosenberg presentó en 1965 una escala de medición de autoestima que se ha convertido en el instrumento más usado para los análisis clínicos. Aunque en un principio fue creada para adolescentes, en la actualidad se usa para medir el grado de percepción de valía de los adultos, tanto en hombres como en mujeres.

La valoración que tengamos de nosotros mismos incidirá en la satisfacción que sintamos con nuestra vida, con nuestra manera de actuar y de comportarnos, con nuestra forma de relacionarnos con los demás.

Las personas con problemas sociales, anímicos de asertividad tienden a presentar una baja autoestima, lo que hace que no emprendan iniciativas para mejorar su situación. Por ejemplo, una persona con baja autoestima piensa que sus éxitos dependen de la ayuda de personas terceras o de la “buena suerte”, no experimentan esos momentos como una recompensa que se merecen o a la que pueden volver a acceder en un futuro, como sí lo haría alguien con una buena autoestima.

La baja autoestima desemboca en ansiedad, dificultad para establecer relaciones sociales o de pareja, depresión, inseguridad e introversión. Por el contrario, na persona con una autoestima elevada tendrá más seguridad en sí misma y una estabilidad emocional que reducirá el riesgo de que padezca trastornos emocionales como ansiedad o depresión.

La escala de la autoestima

Su escala se presenta en diez enunciados que están relacionados con la satisfacción personal de la persona y como esta se valora. Cinco afirmaciones están realizadas de manera positiva y el resto de forma negativo, para “engañar” a las contradicciones a las que a veces sometemos a nuestro cerebro.

Para responder a este test deberás fijarte en cada uno de los enunciados y responder según los sentimientos que tengas sobre ti mismo. En cada uno de los enunciados hay que indicar el grado de acuerdo o desacuerdo. Cada respuesta se puntúa del 0 al 3 en función del grado en que la persona que contesta se identifica con la afirmación que lo constituye. Así, el 0 se corresponde con estar muy en desacuerdo y el 3 con estar totalmente de acuerdo.

1. Siento que soy una persona digna de aprecio, al menos tanto como los demás.

2. Siento que tengo cualidades positivas.

3. En general, me inclino a pensar que soy un/a fracasado/a.

4. Soy capaz de hacer las cosas tan bien como la mayoría de los demás.

5. Siento que no tengo mucho de lo que enorgullecerme.

6. Adopto una actitud positiva hacia mí mismo/a.

7. En conjunto, me siento satisfecho/a conmigo mismo/a.

8. Me gustaría tener más respeto por mí mismo/a.

9. A veces me siento ciertamente inútil.

10. A veces pienso que no sirvo para nada.

Los ítems positivos (1, 2, 4, 6 y 7) se puntúan de 0 a 3, mientras que los ítems 3, 5, 8, 9 y 10 se valoran en sentido inverso. Una puntuación inferior a 15 indica una autoestima baja, situándose la autoestima normal entre los 15 y los 25 puntos. 30 es la mayor puntuación posible.

Interpretación de los resultados de la escala de autoestima de Rosenberg

· Si la suma de todas las afirmaciones da una puntuación inferior al 15: estamos hablando de una autoestima muy baja.

· El resultado se encuentra comprendido entre 15 y 24: tienes una autoestima normal, aunque ligeramente baja.

· Si has sacado 25 puntos: Tu autoestima es equilibrada y saludable, propia de una persona satisfecha con su vida y que emocionalmente es estable.

· El valor final de la suma supera los 26 puntos: eres una persona con la autoestima sumamente alta.

· 30 es la mayor puntuación que se puede conseguir, la más elevada, aunque este dato puede llevar también a error. Puede indicarnos que esa persona goza de muy buena autoestima, pero también podría ser síntoma de que el sujeto no tiene una concienciación real sobre su persona, está sobrevalorado o no es capaz de reconocer errores propios.