Alimentación

El cereal olvidado que revelan los nutricionistas: sin gluten, nutritivo… y económico

Olvidado durante décadas y relegado al consumo en países en desarrollo, un cereal milenario regresa para disputarle el trono a la quinoa. Se llama mijo, es más barato y está cargado de beneficios para la salud

El cereal más nutritivo que el arroz y la quinoa que muy pocos conocen
Se ha demostrado que este cereal es un excelente aliado para diabéticosCereales

Mientras en Occidente se redescubre como una novedad gastronómica, el mijo es para millones de personas en África y Asia mucho más que una tendencia. Se trata de un cereal ancestral sin gluten que, lejos de ser un ingrediente exótico, constituye el pan de cada día para una buena parte de la población mundial. De hecho, cerca del 90 % de su producción y consumo se concentra en países en vías de desarrollo, donde este grano ha sido desde siempre un pilar fundamental de la subsistencia. De hecho, basar la dieta en alimentos naturales y nutritivos es uno de los hábitos clave de las personas más longevas del mundo

Este redescubrimiento en las despensas europeas y americanas no es casual. El interés por el mijo se sustenta en un perfil nutricional y unas propiedades que lo convierten en un alimento de primer orden para cuidar la salud. Se ha demostrado que es un excelente aliado para diabéticos, ya que contribuye a regular los niveles de azúcar en sangre de una forma natural. Su digestión es, además, muy ligera, lo que lo hace apto incluso para los estómagos más delicados.

Asimismo, su composición lo posiciona como un alimento muy completo. Con unas 360 kilocalorías por cada 100 gramos, es una fuente relevante de proteínas, ideal para deportistas que buscan proteger y desarrollar su masa muscular. Es también una notable fuente de minerales como el magnesio, el hierro o el fósforo, esenciales para la salud ósea. A esto se añade su considerable carga de antioxidantes, que ayudan a combatir el envejecimiento celular. Esta combinación de nutrientes lo convierte en un gran aliado para reducir la inflamación crónica, una de las principales causas silenciosas del envejecimiento.

La historia de un grano relegado al olvido

No obstante, la popularidad del mijo en Occidente es un fenómeno reciente, fruto de un largo olvido. Pese a haber sido un sustento básico para civilizaciones antiguas, la paulatina expansión del trigo y el maíz lo fue desplazando por otros cereales más rentables. Ni siquiera su asombrosa resiliencia como cultivo, capaz de crecer en tierras áridas y con poca agua, fue suficiente para evitar que cayera en desgracia en la dieta de Europa y América durante siglos.

Por ello, su regreso actual se debe tanto a sus beneficios para la salud como a un factor cada vez más importante: el económico. En un mercado dominado por granos como la quinoa, cuyo precio es a menudo elevado, el mijo resurge como una alternativa económica y versátil. Su alto contenido en fibra, que genera un potente efecto saciante, también lo convierte en un recurso muy útil en dietas destinadas al control de peso.