Salud mental

¿De dónde surge la ansiedad? Un estudio revela que podría venirnos de nacimiento

El origen de la ansiedad podría encontrarse mucho antes de lo que pensamos: en el útero. Una investigación apunta a que el estrés durante el embarazo reconfigura el cerebro del feto, preparándolo para un mundo hostil

Ángela Fernández, psicóloga: “Las personas con ansiedad suelen compartir tres rasgos de personalidad”
Ángela Fernández, psicóloga: “Las personas con ansiedad suelen compartir tres rasgos de personalidad”istock

La ansiedad, esa sombra que atenaza a millones de personas en todo el mundo, podría tener sus raíces no en los traumas de la vida, sino mucho antes, en el refugio del útero materno. Esta es la reveladora conclusión de una investigación llevada a cabo por científicos de la Weill Cornell Medicine en Estados Unidos, quienes apuntan a que el estrés durante el embarazo sería capaz de reconfigurar el cerebro del feto, sembrando una predisposición a padecer trastornos de este tipo en la edad adulta.

En este sentido, el equipo de investigación partió de una hipótesis audaz: que ciertos estímulos negativos durante la gestación, como una infección o un periodo de fuerte tensión, dejan una huella duradera en el desarrollo neurológico. El objetivo era desentrañar los mecanismos biológicos exactos que conectan la salud materna con la futura salud mental de su descendencia, un campo que hasta ahora presentaba más incógnitas que certezas.

Para poner a prueba esta idea, los científicos trabajaron con un modelo animal, concretamente con ratones, cuyos cerebros guardan notables similitudes estructurales con el humano. En el laboratorio, simularon estas condiciones de estrés gestacional provocando una respuesta inflamatoria en las hembras preñadas, tal y como se detalla en el estudio publicado en la revista Cell Reports. Este proceso imita de manera controlada los efectos de una infección o un periodo de gran ansiedad en el organismo materno.

Una reprogramación en el cerebro fetal

De hecho, los resultados fueron reveladores. Los científicos observaron que las crías nacidas de estas madres exhibían un comportamiento anómalo en una región cerebral muy concreta, el giro dentado ventral, un área encargada de detectar y procesar posibles peligros. El análisis desveló que un grupo de neuronas en esta zona había sufrido una reprogramación epigenética, un cambio que modifica la expresión de los genes sin alterar el ADN en sí mismo.

Como consecuencia de esta alteración, el cerebro de los ratones interpretaba el mundo como un lugar permanentemente hostil y amenazante. Esta percepción generaba una respuesta de hiperactividad constante en su circuito neuronal del miedo, un estado que, extrapolado a los humanos, se corresponde con los síntomas clásicos de los trastornos de ansiedad generalizada.

Por otro lado, aunque la investigación se encuentra en una fase preliminar y sus hallazgos deben ser corroborados en seres humanos, los autores del estudio se muestran optimistas. Consideran que comprender este origen temprano de la ansiedad podría abrir la puerta al desarrollo de diagnósticos más precisos y, a largo plazo, a nuevos tratamientos farmacológicos diseñados para corregir o mitigar estas alteraciones cerebrales que se gestan incluso antes de nacer, ofreciendo una nueva esperanza a millones de pacientes.