Gastronomía

Encarnita Polo, sin su Paco, Paco, Paco... en la cocina

Las lentejas las hace espesas y se retiró del azúcar y la sal hace tiempo por salud. Le da pereza cocinar para ella sola.

Encarnita Polo, sin su Paco, Paco, Paco... en la cocina
Encarnita Polo, sin su Paco, Paco, Paco... en la cocinalarazon

Ella es sincera, no se esconde: «Cocino muy bien pero últimamente me complico poco porque para una persona sola es muy aburrido cocinar, pero cuando recibo en casa me gusta prepararlo yo todo y puedo pasarme dos días encerrada en la cocina guisando», asegura Encarnita Polo.

La selfierecete

Puchero tradicional

Ingredientes :

-Garbanzos

-Un par de puerros

-Zanahorias

-Un nabo

-Una cebolla

-Apio blanco

-Un trozo de tocino blanco, un hueso también blanco de ternera, un trozo de espinazo salado, un trozo de costilla de cerdo, uno de pollo con hueso y un trozo de carne de la falda de la ternera.

Elaboración:

Se pone todo en una gran olla, se lleva a ebullición y cocer toda una mañana a fuego lento. Luego, cuando casi está hecho, añadir calabaza o judías verdes. Con la carne salen unas croquetas....

Hace mucho que no tiene un Paco, Paco, Paco con quién cocinar y se ha pasado al lado oscuro de las ensaladas, las cuales «me salen muy bien, al igual que los guisotes, especialmente las lentejas que las hago en crudo, nada de panceta, chorizo o grasas. Mi secreto es ponerle antes de comerlas un huevo duro bien picadito y para que estén espesitas, que es como a mí me gustan, hay que añadirle una patata», recomienda.

Encarnita lleva retirada del azúcar y casi de la sal desde hace tiempo porque es mejor para su salud y porque, al final, de no usarla se ha acabado acostumbrando. «Gracias a Dios como muchas verduras, menos cuando cocino el puchero, que ahí le pongo toda la grasa del mundo y su poquito de sal», asegura la artista. Tiene una buena constitución familiar porque conserva el mismo peso de cuando tenía 30 años , «me muevo entre los 58 o 59 kilos y voy todos los días al gimnasio. Soy tan independiente que ni hago clase, utilizo los aparatos por mi cuenta y aprovecho mientras pedaleo en la bicicleta estática para leer el periódico». Entre que come lo justo y necesario, con abundancia de verduras, ensaladas y fruta y las dos horas que se mete de gimnasio, Encarnita Polo está en forma para recorrer el mundo cantando, que es lo que le gustaría seguir haciendo. Reconoce una rutina que no es recomendable, la de no desayunar, pero nadie es perfecto, claro está. «Sólo desayuno un café, en el gimnasio me tomo siempre un plátano y a las tres me puedo comer una vaca», afirma. Un atracón que a más de uno le resultará familiar. Encarnita reconoce que el «cuchareo» le encanta, quizá por eso para LA RAZÓN se haya atrevido con un puchero tradicional. Además, saca partido a todo. De hecho, las croquetas de la «selfiereceta» son «made in Polo» tras su exquisito guiso.

Si usted abriera su frigorífico se encontraría con montones de latas de Cocacola y fruta. Su despensa también ofrece un aspecto bastante desolador: «La tengo bastante vacía, algunas legumbres, pasta, arroz y leche condensada. Compro para el día porque no me gusta tener cosas que huelan en casa, pero sí que recuerdo un olor de mi infancia porque mi madre hacía puchero todos los días. Es una comida de pobre de la que sacas muchos platos, primero una sopita con fideos, luego, el propio puchero, con la carne puedes hacer croquetas o una “pringá” y la verdura la trituras y sale un puré estupendo y, además, con un buen puchero comes una semana».