Azul.

Letizia, cuarto poder en la moda

Mary Donaldson es la inquilina más elegante de una casa real para los lectores de la revista «Hello!». La Reina Letizia sube en el ranking y se coloca en el cuarto puesto, por detrás de Máxima de Holanda y de Kate Middleton

Mary de Dinamarca, Máxima de Holanda, Kate Middleton y la Reina Letizia
Mary de Dinamarca, Máxima de Holanda, Kate Middleton y la Reina Letizialarazon

Mary Donaldson es la inquilina más elegante de una casa real para los lectores de la revista «Hello!». La Reina Letizia sube en el ranking y se coloca en el cuarto puesto, por detrás de Máxima de Holanda y de Kate Middleton

Las transfusiones de sangre azul operan milagros en el estilo de las plebeyas que hoy pueblan las casas reales del mundo. Atrás queda esa joven Kate Middleton encariñada con sus botas de caña alta que combinaba con cualquier estilismo y también la Mary Donaldson que llevaba sus gafas de sol deportivas a cualquier evento. Las nuevas «royals» han evolucionado hasta convertirse en sinónimo de sofisticación y elegancia, y los lectores de la revista «Hello!» han votado este año a las más estilosas. El ranking lo lidera Mary Donaldson, que parece haber olvidado por completo a aquella joven que llegó de Australia con un estilo deportivo y algo masculino. Los artífices de ese cambio han sido la estilista Anja Alajdi y el esteticista Soren Hedegaard, aunque para figurar entre las más elegantes no vale sólo con llevar una tiara de diamantes, y Mary ha tenido que abordar otros asuntos. Los ojos atentos de los expertos coinciden en que la figura de la futura reina consorte se ha estilizado a base de ejercicio físico, la piel sigue un estricto régimen de tratamientos que potencian su luminosidad y ha trabajado su postura corporal: anda erguida y sus movimientos son más armoniosos y felinos. A esta actitud hay que añadirle unos «looks» bien trabajados por su asesora Alajdi y también por la billetera, pues los conjuntos que la mujer de Federico de Dinamarca utiliza para salir a la calle superan muchas veces los 4.500 euros gracias a su pasión por los zapatos Louboutin y por los bolsos de Gucci y de Prada.

Pero también apoya a los diseñadores de su país: Malene Birger, Heartmade, Stories by Rikke Mai y Marianne Dulong están entre sus favoritos. En este aspecto coincide con casi todas las reinas y princesas de Europa, que saben que las ventas de los modelos que llevan en sus apariciones públicas aumentan hasta a veces agotar las existencias. Es el caso de Kate Middleton, tercera en la lista. El «efecto Kate» se nota en las cajas registradoras de las firmas que viste y se estima que el fruto de esta fiebre que despierta alcance los 1.421 millones de euros de más. Los diseñadores ingleses que la han conquistado son Alice Temperley, Sarah Burton, Alexander McQueen y Jenny Packham, además de ser seguidora de casas «low cost» como Reiss, Zara y Whistles.

El segundo puesto se lo lleva la amante de los tocados por excelencia, Máxima de Holanda. Su fuente de inspiración es evidente: Jacqueline Kennedy. Pamelas XXL y sombreros con encaje, joyas y guantes, colores alegres... la sobriedad no va con Máxima. La reina consorte es hoy también un referente de elegancia y adapta las últimas tendencias. Además, ha convertido el naranja, color emblemático de Holanda, en su tono favorito.

La cuarta en la lista es la Reina Letizia, que escala puestos en todos los rankings de moda de forma vertiginosa. La edición estadounidense de la revista «Vogue» la encumbró este año al «top ten» de las mejor vestidas no sólo de la monarquía, sino de entre todas las caras conocidas. Además de ser la única reina de la lista, es así mismo la única española que figura, y destacan su acierto a la hora de elegir los modelos de Felipe Varela, Carolina Herrera y Hugo Boss.

- La elegancia discreta

Sofía de Wessex, esposa del príncipe Eduardo, y algo desconocida para el público español, recibe clases semanales de pilates para mantenerse en forma a sus 50 años. Los medios de comunicación ingleses la han bautizado como la «reina de la elegancia discreta» y se ha reinventado gracias a su pasión por diseñadores como Alexandre McQueen, Bruce Oldfill y Emilia Wickstead.

Por el contrario, Rania de Jordania ha bajado del «top 5». Desde que hubo un conato de revuelta en su país a raíz de la Primavera Árabe, la reina ha dejado de un lado (y considerablemente) el glamour. En los últimos dos años, las lecciones de elegancia han dado paso a la sobriedad y a la empatía con la población de su país a través de la vestimenta. Los viajes de compras a Londres y Nueva York para hacerse con trajes de alta costura y joyas han quedado en el olvido. La princesa Charlène de Mónaco es también una buena embajadora de la sobriedad; rara vez recurre a los estampados y suele apostar por cortes geométricos y vestidos monocrómaticos tirando a neutros o negros. Concluyen el ranking Victoria y Magdalena de Suecia y la princesa Mette Marit de Noruega.