Relaciones de pareja

El gesto de amor que en realidad es una 'red flag': los psicólogos advierten sobre este comportamiento

Lo que muchos confunden con pasión en una pareja es en realidad una señal de una relación tóxica, un ciclo disfuncional que atrapa sobre todo a personas con apego ansioso

Samantha, asesora de crianza: "No quiero que mi pareja haga lo que le digo. Quiero que esté pendiente"
ParejaLa Razón

El cine y la literatura nos han vendido una idea del amor donde las discusiones acaloradas y las reconciliaciones de película son la norma. Esta narrativa ha provocado que muchos tiendan a confundir la intensidad emocional con una pasión desbordante, viéndola como una prueba irrefutable de la fortaleza del vínculo. Sin embargo, lo que a menudo se interpreta como un sentimiento arrollador podría ser, en realidad, la señal de alarma de una relación tóxica y profundamente disfuncional.

De hecho, esta dinámica se define por un ciclo de altibajos extremos. Se trata de un vaivén emocional agotador donde las peleas intensas y las crisis profundas son seguidas por momentos de una idealización desmedida. Según el experto Mark Travers, este patrón de conflicto constante no es un síntoma de amor verdadero, sino un rasgo característico de las relaciones que no funcionan de manera saludable. En este paradigma, la calma se percibe como aburrimiento y la tormenta como una forma de vitalidad.

Asimismo, esta peligrosa idealización del conflicto no afecta a todos por igual. Las personas que han desarrollado un estilo de apego ansioso son especialmente vulnerables a esta trampa, tal y como informa GQ. Para ellas, la intensidad del reencuentro tras el conflicto se convierte en una errónea prueba de amor, una confirmación de que la relación es lo bastante fuerte como para superar cualquier obstáculo. Esta percepción distorsionada les dificulta enormemente identificar la naturaleza nociva del ciclo. De hecho, trabajar la seguridad personal es fundamental para no caer en estas dinámicas, y existen consejos prácticos para mejorar la autoestima que pueden ayudar a fortalecerla.

La estabilidad como pilar de una relación sana

Frente a este espejismo, los especialistas son claros al advertir que la base de una relación feliz y duradera no reside en la superación constante de crisis autoinfligidas. Por el contrario, un amor maduro y sólido se construye sobre la seguridad, el respeto mutuo y, sobre todo, el equilibrio y la estabilidad. Estos elementos son los que permiten un crecimiento conjunto y una conexión genuina, lejos del desgaste que supone vivir en un drama permanente. Para lograrlo, es importante fomentar la complicidad y el disfrute mutuo a través de actividades en pareja que fortalecen la relación y consolidan la confianza.

En definitiva, la verdadera fortaleza de un vínculo no se mide por su capacidad para sobrevivir a tormentas, sino por la paz que es capaz de construir. La auténtica pasión no necesita del caos para demostrar su existencia, pues se manifiesta en la confianza y la calma del día a día, no en el vértigo de un ciclo de destrucción y reconstrucción.