Barcelona

Raphael, anónimo por unos días en carnaval

El cantante, reconocido mundialmente, logra pasar desapercibido en Italia.

Podría ser cualquier persona, pero os prometemos que es Raphael, en una típica estampa veneciana
Podría ser cualquier persona, pero os prometemos que es Raphael, en una típica estampa venecianalarazon

El cantante, reconocido mundialmente, logra pasar desapercibido en Italia.

Ha disfrutado de unos días maravillosos en Ibiza como a él de verdad le gustan: con su mujer, Natalia Figueroa, sus hijos y sus nietos. No necesita más. Ahora está ya inmerso en un gira de 21 conciertos en la que recorrerá España desde el 20 de julio al 21 de octubre (Andújar, Gandía, Mallorca, Málaga, Vigo, Zaragoza, Barcelona, Madrid, Sevilla...) y que supondrá una felicidad distinta pero igual de gratificante. Se sube a los escenarios con la misma intensidad y fuerza que cuando empezó. El público le da vida. Aunque, según nos confiesa, pasar inadvertido de vez en cuando también tiene su aquél. Difícil en su caso, pero hubo un destino turístico en el que lo consiguió. «Hay un viaje que hice con Natalia hace ya unos años que recuerdo especialmente. Elegimos Venecia para casarnos y es un lugar al que volvemos con frecuencia, pero nunca habíamos estado durante los Carnavales. En 2006 lo hicimos y fue una experiencia única. Descubrimos una Venecia de una elegancia y una belleza indescriptibles. Los disfraces y las máscaras por las calles eran espectaculares. Nosotros también íbamos disfrazados, por supuesto. Y para mí fue increíble la sensación de libertad, de anonimato... Me fotografiaban y no sabían quién era... Aquello era como una inmensa «alfombra roja». Paseábamos por la Plaza de San Marcos llena de fotógrafos improvisados, yo muy majestuoso y muerto de risa por dentro, ¡con esa careta preciosa que me convertía en alguien invisible! ¡No me atrevía a hablar una sola palabra, por si se me podía reconocer la voz! (ríe). Fue fantástico». Debió de serlo por cómo lo cuenta y por ese pequeño gran detalle que señala: el anonimato, impensable en cualquier parte del mundo a estas alturas por todo lo que Raphael representa. Décadas recorriendo los escenarios de todo el planeta y repartiendo magia con su voz prodigiosa lo han convertido en un artista con una carrera sin precedentes. Aforo completo sin distinción de fronteras. No importa el lugar. Y todos le aportan infinidad de sensaciones bonitas y vibrantes. Le recargan vitalidad. Sin embargo, Venecia siempre tendrá un hueco especial en su corazón. Por su boda y por aquel viaje. «Claro que volvería a los Carnavales, aunque ya no tendría la misma emoción de la primera vez... Fue una de las emociones más grandes de mi vida. Me encantaron los hoteles Danieli y Europa & Regina. Y la Iglesia de San Zaccaria...». Lo que ya resulta más difícil es imaginar un destino que aun no haya pisado y que le gustaría conocer: «He tenido la inmensa suerte de haber estado en todos los lugares en los que he querido estar. Y sí que repetiría alguno de ellos. Pero lo que de verdad me gustaría es hacer un profundo viaje por España. Con calma, sin actuar, sin compromisos». Y, probablemente, con un anonimato que, precisamente por su talento inmenso, jamás recuperará. Tiempo. Ese gran recorrido por tierra patria sin duda llegará. Palabra de Raphael.

Guía

Hotel The Westin

Europa & Regina

Dirección: San Marco 2159, 30124 Venecia, Italia. Teléfono: +39 041 240 0001 Precio medio: 385 € - 1.181 €. Web: Westineuropareginavenice.com.

Harry’s Bar

Donde tomaban copas Capote y Hemingway. Inaugurado en 1931 por el camarero-empresario Giuseppe Cipriani, fue uno de sus cocineros quien inventó el carpaccio en 1950. Dirección: San Marco, 1323, 30124 Venezia, Italia. Tipo de comida: italiana. Precio medio: 75 – 300 €. Teléfono: +39 041 528 5777. Web: Cipriani.com.

Iglesia de San Zaccaria

Mezcla de gótico y renacimiento clásico, fue fundada a principios del siglo IX y se terminó de construir en 1543. Se conservan obras extraordinarias, como el retablo de la «Virgen y el Niño en el Trono», y los frescos de Andrea del Castagno en la capilla de San Tarasio. Bajo el control de las monjas benedictinas, tenían costumbres muy libres y llegaron a organizar, durante el siglo XVIII, fiestas de disfraces y bailes dentro del convento, a las que asistían las clases altas venecianas. Teléfono: +39 041 522 1257. Web: Italia.it/es/home