Mercedes Benz Fashion Week Madrid

Qué tiene el terciopelo que todos quieren

Con los desfiles de las jóvenes promesas acaba hoy la MBFWMadrid, una pasarela que ayer cerró Palomo Spain en el Teatro Real

Miguel Marinero presentó abrigos y chaquetas de unos tejidos sublimes sacados de los talleres de Chanel
Miguel Marinero presentó abrigos y chaquetas de unos tejidos sublimes sacados de los talleres de Chanellarazon

Con los desfiles de las jóvenes promesas acaba hoy la MBFWMadrid, una pasarela que ayer cerró Palomo Spain en el Teatro Real.

Posiblemente haya sido la mejor colección de Miguel Marinero, un diseñador que desde hace tres temporadas se apoya en el sucesor de su marca, su hijo Nicolás. Ambos se fueron a los talleres de Chanel para encargar un tejido extraordinario que mezclan con lana merino y el resultado son unas telas que recuerdan al «tweed» de mademoiselle Cocó, en naranja con azul y morado con verde, y con ese exquisito tejido confeccionan unos abrigos y chaquetas sublimes. Igual que la seda que se fueron a buscar a Inglaterra para los vestidos y las camisas o la franela de Loro Piana para los trajes de chaqueta con una sutil tira de organza en el bajo de los pantalones. Los Marinero decidieron que no había nada mejor que la lana merino para los jerseys de punto grueso. No contentos con el terciopelo verde de seda decidieron teñirlo a mano con azul y el resultado, pasado a los abrigos y pantalones, es que no hay dos piezas iguales. No hay que olvidar que en el ADN de la firma están las pieles con esas martas cibelinas convertidas en bufanda, el zorro teñido de los abrigos o el pekan de las chaquetas que han desfilado. La paleta de colores va desde el naranja del amanecer a los morados y negros de una noche de tormenta pasando por la gama de verdes que te encuentras en el campo. Una colección perfecta, comercial y elegante.

Heroínas que cobran vida

Igual que la presentada por García Madrid, que dice partir de la sastrería clásica para, gracias al color, convertirla en urbana. «El objetivo es vender, pero trabajo con el lujo, con el cashemere, el merino y las sedas. Ahora, con 48 años, me voy a vivir al campo en Toledo y antes salía mucho por la noche, así que en las 32 propuestas que presento se refleja este cambio de actitud». Y, aunque él diga que es «más de pueblo que las amapolas», lo cierto es que su colección para hombre, con algo de sastrería clásica para mujer, que es la novedad de esta temporada, está bien cosida, el patronaje es impecable y el resultado elegante. Los pantalones son rectos, las chaquetas de esmoquin en terciopelo, los abrigos son los gabanes de toda la vida con buen patrón y hombreras en su sitio y las chaquetas cruzadas y con doble botonadura.

Si uno se sienta en una galería de arte donde expone Tamara Lempicka y, al son de un grupo de doce violines, las heroínas de los cuadros cobran vida, estará en el desfile de Isabel Núñez. Los vestidos de satén verde con largo midi se coronan con cuellos de zorro rojo, Las camisas terminan en lazadas, las mangas van abullonadas y entalladas tres cuartos, los vestidos en seda se ajustan al cuerpo con tiras que lo envuelven y el terciopelo da servicio a pantalones anchos y rectos, abrigos, vestidos y cuerpos. Dado el carácter rompedor de Lempicka, el calzado no podía ser otro que el de Studio Philocaly, donde Macarena Aragón realiza un trabajo con el charol perfecto para los botines de media caña ajustados con cordeles y un tacón compatible con andar.

Juana Martín se inventa la sudadera con lazada XXX y el chándal esmoquin. Ion Fiz hace una colección «low cost», que se podrá comprar online a partir de 30 euros «con mucho lurex. Amigos, fiesta y disco, que vuelva la cultura de salir que por culpa de internet la perdemos», abandera el diseñador. La jornada cerró con las 38 propuestas de Palomo Spain. «Hago una oda a la cacería, a los verdes de Sierra Morena, a la Corte de Felipe IV, a Velázquez y al siglo XXI porque reviso todos mis códigos con un punto de ironía a la hora de mirar todo esto y también a lo masculino que resulta el hombre de caza». Observado por 400 invitados sentados y 200 de pie –«aquí no hay distinciones», apunta el cordobés–, recién llegado de la Semana de la Moda masculina de París afirma que «me ha gustado que se me haya valorado en los medios internacionales y haber superado los manidos titulares de la “moda travesti” que siempre me asignan». Quizá la memoria es débil, pero Gaultier, McQueen, Galiano o la misma corte del rey Sol francés le preceden en su uso de los tacones, medias, plumas, bordados, encajes o camisas con chorreras y lazadas para el guardarropa masculino.

Hoy los desfiles de las jóvenes promesas cierran esta exitosa pasarela, que pasará a la historia como la cuarta que ganó Juanjo Oliva con el premio Loreal a la mejor colección.