
Manicura
'Peel-off': la nueva manicura que se retira como una pegatina y no daña la uña
Frente a la tiranía de la manicura semipermanente y su agresiva retirada, surge una alternativa que protege la uña y se quita en casa como si fuera una simple pegatina

La manicura semipermanente, esa que promete semanas de uñas perfectas, esconde una contrapartida bien conocida: su retirada. El proceso con acetona y limado a menudo deja un rastro de uñas castigadas y quebradizas. Sin embargo, en el mundo de la estética ha surgido una alternativa que, paradójicamente, basa su principal atractivo en su mayor debilidad: su durabilidad es menor. Frente a las dos o tres semanas del sistema tradicional, esta nueva técnica rara vez supera los siete o diez días.
No obstante, esta aparente desventaja es precisamente la clave de su propuesta. La manicura 'peel-off', como se la conoce, no busca competir en longevidad, sino ofrecer una solución para un perfil de usuaria muy concreto. Está pensada para quienes disfrutan cambiando de color con frecuencia, necesitan un esmaltado impecable para un evento puntual o, sencillamente, desean dar un respiro a sus uñas sin renunciar a llevarlas arregladas.
De hecho, su gran revolución reside en la sencillez de su eliminación. Este sistema permite retirar el esmalte en casa, de una sola pieza y sin necesidad de productos agresivos. El proceso es tan simple como levantar un borde y tirar suavemente, como si se tratase de una pegatina, desterrando para siempre el papel de aluminio y los quitaesmaltes con acetona del ritual de belleza.
La clave del sistema: una base que actúa como escudo
En este sentido, el funcionamiento se apoya en una base especial, formulada habitualmente con agua, que se aplica sobre la uña y se seca bajo una lámpara LED o UV. Este paso crea una película flexible y adherente que aísla la uña natural. Sobre ella se aplica el esmalte de color, aunque muchos de estos productos ya vienen pigmentados. Esta capa protectora, además, impide que los pigmentos tiñan la queratina, evitando las manchas amarillentas, un punto que destacan en Glamour.
Por tanto, el principal beneficio es la salud de la uña. Al poder desprenderse manualmente, se evita el uso de productos químicos que resecan y debilitan tanto la superficie ungueal como la cutícula. Esta característica la convierte en una opción ideal para personas con uñas especialmente frágiles o sensibles, que hasta ahora veían la manicura semipermanente como un tratamiento demasiado agresivo.
En definitiva, esta tendencia no llega para sustituir a los sistemas más duraderos, sino para ocupar un espacio diferente en el mercado. Se presenta como una opción mucho menos lesiva, que prioriza el cuidado y la versatilidad por encima de la resistencia, respondiendo a las necesidades de un público que valora la salud de sus uñas tanto como la estética.
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