Manicura
¿Por qué se te cae tanto el pelo en otoño? Descubre las señales de alarma
Con la llegada del otoño, es habitual observar una mayor caída del cabello, una preocupación común que, aunque suele ser estacional y sin importancia, a veces esconde problemas que requieren la atención de un especialista
Cuando la caída del cabello deja de ser una anécdota estacional para convertirse en un problema persistente, la ciencia ofrece soluciones. Para los casos más avanzados, la medicina estética y los avances tecnológicos ponen sobre la mesa opciones como los trasplantes capilares robotizados, los microinjertos, la mesoterapia o el plasma rico en factores de crecimiento. Se trata del último recurso, un abanico de posibilidades que un especialista debe valorar de forma individualizada para recuperar la densidad perdida.
Sin embargo, un escalón por debajo de estas intervenciones se encuentran los tratamientos médicos diseñados para actuar antes. Fármacos como el minoxidil, de aplicación diaria, pueden suponer un freno a la caída o, como mínimo, ralentizarla de forma considerable. Este tipo de productos, junto a otros cosméticos anticaída, buscan alargar la fase de crecimiento del cabello. No obstante, es importante señalar que las mujeres deben usarlo con cierta cautela, ya que puede provocar la aparición de vello facial no deseado.
De hecho, la prevención y el cuidado diario son un pilar de la salud capilar. Una dieta equilibrada, rica en hierro, zinc y vitaminas de los grupos A y B, es fundamental. Conviene, por el contrario, moderar el consumo de azúcares, grasas saturadas e hidratos de carbono. Del mismo modo, el abuso de herramientas de calor o de tintes con amoniaco y productos con parabenos compromete la estructura del pelo. Respecto a la higiene, no hay que temer al lavado diario, una idea que comparten desde Vogue, donde se aclara que una higiene deficiente sí puede ser perjudicial.
Cuándo la pérdida de pelo debe preocupar
En este sentido, existen señales que requieren atención profesional y que van más allá de encontrar más pelos de lo normal en el cepillo. La aparición de calvas circulares, un picor inusual en el cuero cabelludo, la inflamación de los folículos o una recesión evidente de la línea frontal son motivos de consulta. Lo mismo ocurre si la pérdida se extiende a cejas o pestañas. Si se detecta un adelgazamiento generalizado del cabello o clareos visibles, es el momento de acudir a un dermatólogo.
Por otro lado, no hay que llevarse las manos a la cabeza con la llegada del otoño. La conocida como caída estacional o efluvio telógeno es un proceso natural y limitado en el tiempo. Durante esta época del año, es normal perder entre cien y ciento cincuenta cabellos al día, una cifra que, aunque pueda parecer alarmante, no suele requerir tratamiento específico, pues el ciclo capilar tiende a regularse por sí solo pasados unos meses.
Asimismo, es esencial entender que existen otros factores que pueden agudizar la pérdida de cabello de forma puntual. Episodios de estrés intenso, la etapa del postparto, el seguimiento de dietas muy restrictivas o la ingesta de ciertos medicamentos pueden provocar un aumento temporal de la caída. Identificar estas causas es el primer paso para determinar si se trata de un problema transitorio o de algo que necesita supervisión médica.