Salud
Lo que necesitas saber sobre tomar café caliente o frío después de los 50
Con 400 mil millones de tazas consumidas al año, el eterno debate sobre el café sigue abierto. La elección entre tomarlo caliente o frío no es solo una cuestión de gusto, sino que determina sus beneficios para la salud
La elección entre un café humeante y uno con hielo va mucho más allá de la temperatura ambiente o de las preferencias personales. Para los millones de aficionados a esta bebida, cuyo consumo global supera los cuatrocientos mil millones de tazas anuales, la decisión implica sopesar beneficios muy distintos para el organismo. Se trata, en esencia, de un dilema entre salud digestiva y protección celular, donde cada método de preparación ofrece ventajas específicas que conviene conocer.
De hecho, la taza caliente de toda la vida sigue defendiendo su trono con un argumento científico de peso. El café preparado a altas temperaturas libera una mayor concentración de antioxidantes, compuestos clave en la lucha contra el daño que provocan los radicales libres en nuestras células. Esta propiedad lo convierte en un aliado para quienes buscan un efecto protector y un freno al envejecimiento prematuro. Esta capacidad para neutralizar los radicales libres es fundamental para mitigar el estrés oxidativo, un proceso que, de no controlarse, puede contribuir al desarrollo de la inflamación crónica y sus síntomas asociados.
Por otro lado, la creciente popularidad del café frío no es una simple moda pasajera. Su principal baza reside en su menor nivel de acidez, una característica que lo hace mucho más recomendable para personas con estómagos delicados o propensas a sufrir molestias digestivas, una ventaja que también se traduce en un sabor más suave y menos amargo.
Más allá de la temperatura: la moderación como clave
En cualquier caso, y con independencia de cómo se sirva, el consumo de café ha sido vinculado con efectos positivos a largo plazo. Diversos estudios sugieren una conexión entre su ingesta moderada y un envejecimiento más saludable, especialmente en el caso de las mujeres mayores de cincuenta años, en quienes parece contribuir a mantener la vitalidad con el paso del tiempo.
Sin embargo, los expertos advierten de que estas virtudes solo se manifiestan dentro de un consumo responsable. Abusar de la cafeína puede desencadenar una serie de efectos adversos en el organismo, que van desde el insomnio y la ansiedad hasta un ritmo cardíaco acelerado o dolores de cabeza. La clave, por tanto, no reside tanto en la temperatura de la taza, sino en encontrar el equilibrio para que sus beneficios superen siempre a los posibles riesgos.