Historia

Barcelona

Colau contra un marino andaluz

La Razón
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Al almirante Pascual Cervera y Topete le acaba de ocurrir en Barcelona lo que a su contemporáneo Francisco Merry Ponce de León en Sevilla: lo ha borrado del callejero la burricie, enciclopédica ignorancia, de la izquierda rencorosa. Rotularon la vía con el nombre de Pilar Bardem y el concejal responsable, preguntado sobre alguna película, obra de teatro, cortometraje, anuncio publicitario o representación guiñolesca en la que hubiese actuado la susodicha, se sumió en un embarazoso silencio. Un larguísimo minuto después, lo sacó de su tribulación un asesor que le sopló el título de una telenovela en emisión entonces, en la que oficiaba de secundaria. Los socialcomunistas hispalenses confundieron en su día al general Merry, héroe de la guerra de Cuba, con su hijo, y los nacional-socialistas catalanes la han tomado ahora con Cervera, gaditano que sirvió con lealtad a la I República frente a los alzamientos cantonales, porque una fragata bautizada con su nombre transportó tropas nacionales durante la Guerra Civil, en la que Cervera no participó por el pequeño detalle de llevar un cuarto de siglo criando malvas. Como se enteren de que a Franco le gustaban las natillas, el día menos pensado esgrimen la Ley de Memoria Nosequé para decretar el cierre de la Central Lechera Asturiana. Ada Colau, esa cosa, tildó al marino de «facha», voz despectiva derivada de fascista, un movimiento del que se tuvo la primera noticia en 1921, doce años después de la muerte del militar. Es más sencillo tragarse un lavabo que argumentar de manera razonable con gente de esta ralea. Si supiera algo, aunque fuese idiomas, habría empleado la expresión francesa «avant la lettre» para matizar la barbaridad expelida pero se conoce que siente la misma curiosidad por la lengua de Corneille que por la Historia.