Política

Andalucía

Cs se resiste a retratarse con Vox pese a las llamadas del PP al diálogo

Bendodo apela a que «ninguna de las fuerzas del cambio frustre» el Presupuesto andaluz y pone el foco en el partido naranja al anunciar que los populares ya han abierto un canal de comunicación con los de Abascal

El portavoz de la Junta, Elías Bendodo /Foto: Manuel Olmedo
El portavoz de la Junta, Elías Bendodo /Foto: Manuel Olmedolarazon

Bendodo apela a que «ninguna de las fuerzas del cambio frustre» el Presupuesto andaluz y pone el foco en el partido naranja al anunciar que los populares ya han abierto un canal de comunicación con los de Abascal

El primer Presupuesto no socialista de la historia de Andalucía sigue en el aire con el PP tratando de hacer de intermediario entre su socio de Gobierno, Cs, y el grupo de Vox, cuyos votos resultan necesarios para que las cuentas de 2019 se tramiten, debatan y finalmente se aprueben en el Parlamento. Después de que el jueves Vox consumara su amenaza y presentara una enmienda a la totalidad para devolverlos, sumándose así a las registradas por Adelante Andalucía y PSOE, hay riesgo de que las cuentas no pasen el primer filtro. Y a tenor de los mensajes lanzados por uno y otro, que eso ocurra parece que preocupa más a los populares que al partido naranja.

Por eso el portavoz de la Junta y consejero de Presidencia, el popular Elías Bendodo, siguió ayer ejerciendo de mediador para tratar de conciliar posiciones y evitar que eso ocurra, y lanzó un mensaje claro a ambos: «Las fuerzas del cambio son tres, Partido Popular, Ciudadanos y Vox e intentaremos que ningún partido, ninguna fuerza del cambio, frustre las esperanzas e ilusiones de los andaluces que han votado cambio», para el que el Presupuesto es una «herramienta fundamental».

Hasta el 12 de junio, cuando se votarán conjuntamente en el Pleno del Parlamento las tres enmiendas a la totalidad presentadas, cree que «hay tiempo». Por su parte, el PP «ya tiene abierto un canal de comunicación con Vox» y «estamos empezando a hablar». El consejero de Hacienda, el popular Juan Bravo, lidera las conversaciones. «De las personas que va acompañado no lo sé, él irá viendo», dijo Bendodo.

Que en esa compañía haya miembros de Cs es lo que exige Vox para retirar la enmienda. «¿Ciudadanos qué va a pretender? ¿Estar cuatro años sacando Presupuestos sin querer vincularse a Vox? Eso es imposible», dejó claro el jueves el diputado Manuel Gavira tras presentar la enmienda junto a la mitad del grupo parlamentario.

Desde entonces, desde el PP no paran de «tender la mano», apelar al «diálogo» y a la «generosidad». Pero conscientes de que la pelota no está en su tejado, ayer apelaron tanto a Cs como a Vox para evitar que decaiga el Presupuesto de 2019 y el «Gobierno del cambio» tenga que mantener prorrogado el de 2018 y pasar su primer año al frente de la Junta gestionando las partidas y programas diseñados por el PSOE.

Sin embargo, de momento, a Ciudadanos no le parece tan mala solución. El vicepresidente de la Junta, Juan Marín, cree que Vox está usando a Andalucía como «moneda de cambio» –un diagnóstico en el que coincide con la líder del PSOE, Susana Díaz– en su estrategia nacional para forzar acuerdos postelectorales en territorios como el Ayuntamiento de Madrid, donde condiciona su apoyo a un gobierno de PP y Cs a formar parte del mismo.

«Vox está utilizando como moneda de cambio los presupuestos de la Junta de Andalucía para ver qué sillones ocupa en Madrid, ¿con quién hay que hacerse la foto? Esto está totalmente fuera de lugar», denunció Marín, quien pidió a los de Abascal coherencia y confió en que retiren su enmienda a la totalidad antes del miércoles. Pero si no es así, al día siguiente se pondrán a trabajar en el Presupuesto de 2020 en la confianza de que «con un ambiente electoral más relajado, quizás sea más fácil llegar a acuerdos», pues los votos de los 12 diputados de Vox seguirán siendo necesarios.

Desde Cs tienen claro que la postura de Vox «no es cuestión de ninguna foto, y así lo ha dicho Abascal, sino de quién gobierna en Madrid». Es cierto que el jueves, el líder del partido reconoció que «todas las negociaciones están relacionadas».

Marín recordó que «nos hemos sentado con Vox cuantas veces han sido necesarias» –así fue en la negociación de la rebaja fiscal y la renovación de los órganos de extracción parlamentaria– y «si quiere hablar de Presupuestos, yo me siento como he hecho hasta ahora, pero si se quieren sentar con Rivera en Madrid, que hablen con Rivera». Con todo, desde Cs dejaron claro que mantienen que el interlocutor del Gobierno en esta materia es el consejero de Hacienda, que representa al Ejecutivo en su conjunto del que ellos forman parte. Y en ello incidió la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet, para quien «no corresponde ahora ese paso» de que miembros de Ciudadanos se sienten con Vox.

Mientras, desde la oposición, el PSOE de Susana Díaz, critica la «debilidad» de un Gobierno dependiente de quien «no cree en Andalucía y que lo que va a hacer con esta tierra es que sea moneda de cambio con otros gobiernos en el resto de España, especialmente Madrid». En Twitter, el líder nacional de Vox, Santiago Abascal, le replicó que precisamente su formación «impulsa cambios» porque «no cree que Andalucía necesite más corrupción, ni más chiringuitos ideológicos, ni más continuidad del socialismo que la ha colocado a la cola de Europa». Vox achaca a PP y Cs que su Proyecto de Prespuesto es un «calco» de las políticas del PSOE y no acaba con esos «chiringuitos». No obstante, su despedida a Díaz en las redes, «disfruten de la oposición», dificulta que su órdago lleve a Vox a retratarse votando lo mismo que la izquierda.