Díaz encara su investidura para «hacer limpieza» en la Junta

Susana Díaz pasará hoy a la historia. Lo hará como la primera mujer que afronta un debate de investidura en el Parlamento andaluz para convertirse en presidenta de la comunidad, tras poco más de un año al frente de la Consejería de Presidencia en el último Gobierno de Griñán.

Subirá a la tribuna de la Cámara autonómica sobre las 12:00 horas para pronunciar un discurso que, sabe, será revisado con lupa.

Desplegará su currículum gestual mientras lanza mensajes que, a tenor de su intervención ante el Comité Director del PSOE-A que la proclamó candidata, pasarán por la necesidad de recuperar la confianza de la ciudadanía en la política y en las instituciones, la lucha «implacable» contra la corrupción que, en cierto modo, la ha aupado hasta San Telmo, dado que el «caso ERE» es una de las razones de la salida de Griñán; el impulso claro a la transparencia y la apuesta por un nuevo modelo productivo. Fórmula que los socialistas parecen no haber encontrado tras 31 años de gobierno.

¿Habrá propuestas concretas? Se esperan. Unos anuncios que, por lo aseverado en los últimos días por varios dirigentes de IULV-CA, habrán pasado el filtro de esta federación, socio de gobierno del PSOE en la región. De hecho, su coordinador general, Antonio Maíllo, recordó ayer que el acuerdo programático que sustenta el Ejecutivo andaluz incluye leyes «tan atractivas» como la de agricultura integral, una de fiscalidad que aborde el debate de los ingresos u otras normas vinculadas a la regeneración democrática como la ley de defensa de los productos hipotecarios. Apuntes para el discurso de Díaz ante el Pleno, como otro en el que las dos formaciones están de acuerdo: el combate contra el paro.

El turno de los portavoces de los Grupos Parlamentarios será mañana. Hará uso de la palabra por el PP-A, su presidente, Juan Ignacio Zoido; por el PSOE-A, el presidente del grupo y vicesecretario general del partido, Mario Jiménez, y por IU, el portavoz parlamentario, José Antonio Castro.

¿El próximo paso? La toma de posesión de Díaz como nueva presidenta el sábado en el Parlamento. No será hasta después de esa última fotografía oficial cuando contacte con los futuros miembros de su Ejecutivo.

Fuentes del partido mantienen que la líder socialista «hará limpieza y pagará favores» a la hora de conformarlo. Sostienen que «es probable que mantenga las 11 consejerías para conservar el equilibrio establecido con IU». Si bien, otras fuentes ligadas a la Administración no descartan que «modifique la distribución de competencias por departamento», lo que podría conllevar que la federación de izquierdas «asumiera en la remodelación algunas concretas procedentes de otra consejería». Cabe recordar que los consejeros de IU, Diego Valderas, Elena Cortés y Rafael Rodríguez, seguirán en Administración Local y Relaciones Institucionales; Fomento y Vivienda; y Turismo y Comercio, respectivamente.

De lo que no cabe ninguna duda es de que el Ejecutivo de Díaz será paritario y no estará sujeto, como los de su antecesor, a las cuotas territoriales que sí respetó Manuel Chaves. En ese sentido, fuentes socialistas creen que «Almería, donde no la respaldaron como se esperaba en las Primarias, o Granada», podrían quedar sin representante en el Consejo de Gobierno. Por contra, dan por hecho que Jaén sí lo tendrá como recompensa por el respaldo en aquel proceso sin urnas y como muestra de que «pretende 'a piori' integrar» a los sectores críticos afines a Chaves o Zarrías. Distintas fuentes apuntan a la posibilidad, sin confirmar, de que vuelva Micaela Navarro. Respecto a las salidas, se presupone la marcha de la consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, además de la de Luis Planas de Agricultura, anunciada por él. Por contra, continuará el secretario General de la Presidencia, Máximo Díaz-Cano, como adelantó LA RAZÓN, ligado a la Consejería de Presidencia. En las quinielas ganan las apuestas por que repetirán además Luciano Alonso, María Jesús Montero y Emilio de Llera, en ese orden.